viernes, 30 de marzo de 2012

El sótano de Gipuzkoa


Según los liberales, todos somos iguales… pero unos más iguales que otros. Gipuzkoa no es una excepción: unos vivimos en la superficie, otros en el sótano. En la superficie se puede observar al común de la gente, con sus afanes, con sus problemas. En el sótano, la marginación: inmigrantes, exreclusos, drogadictos, alcohólicos… Este es el principal censo del que se nutre Martutene. La cárcel, digo.

Cuando ingresan en prisión, el sistema carcelario se encarga de organizarles la vida –es un decir- en el interior. Les indican las normas y los horarios para comer, para dormir, para salir al patio… El problema es que cuando cumplen la pena y salen de prisión solo encuentran el vacío, lo que les lleva a una realidad peor que la que tenían cuando ingresaron. Y para sentir el vacío hay que dejar de leer estas líneas, hay que apartar la vista y ponerse diez segundos en esa situación. La reintegración social es una tarea ardua, por no decir imposible. Ahora, además, van marcados con el estigma de la cárcel. Con la crisis que tenemos, ¿quién encuentra trabajo en esas condiciones? No es extraño, pues, que esas personas vuelvan a las andadas… y vuelvan a la cárcel.

Excursión al  nacimiento del Urederra
Esto yo lo sé porque se lo he oído a José Mari Larrañaga. José Mari es un hombre que vivió esas experiencias en carne propia y que se propuso dedicar su esfuerzo a corregir o a aliviar esa situación. Con otras personas creó Arrats, una Asociación que atiende y apoya a las personas reclusas, a las emigrantes, a las que están en riesgo de exclusión social y a todas aquellas que no tienen capacidad para integrarse en la sociedad. Y es una ayuda continua, variada y extensa: asesoramiento jurídico, ayuda socio-laboral, búsqueda de vivienda, acompañamiento a quienes sufren la soledad… Algún domingo de vez en cuando, juntan a todos y se van de excursión por cualquier paraje a confraternizar. Y así se forma un heterogéneo grupo con procedencia rumana, ucraniana, marroquí, de Ghana, de Sierra Leona, de Honduras... y también gente autóctona, que la hay, claro. Pasan el día en compañía, charlan, se distraen y se sienten algo más arropados, que el invierno es muy frío.

A José Mari le acompañan en estas tareas otros componentes de la Asociación: Amaia, Haizea, Irati, Miguel, Marijo, Eneritz, Alaitz, Sandra y Nekane. Y Maite, su infatigable compañera. Un equipo de personas cuyo entusiasmo es solo comparable al tamaño de su corazón o a la escasez de medios en que se desenvuelven. No se les ve, no se habla de ellos, pero realizan un trabajo impagable.

El año pasado, Arrats recibió la Medalla al Mérito Ciudadano del Ayuntamiento donostiarra. Si se trata de mérito, no podían haber elegido mejor.





jueves, 29 de marzo de 2012

Ambos murieron en Londres


 


Arturo Barea, de un infarto cardíaco en 1957; Manuel Chaves Nogales, antes, en 1944 y debido a una peritonitis. Ambos murieron en Londres, decía, y ambos habían nacido en España en 1897. Da que pensar también esas coincidencias. Los dos eran españoles y exiliados, escritores y periodistas, o a la inversa. Barea es el autor de “La forja de un rebelde”; Chaves Nogales, de “A sangre y fuego” y “La defensa de Madrid”, obras indispensables para acercarse a la catástrofe de la guerra civil.

Madrid es la capital y el escenario principal de estos relatos, en los que desfilan personas y peripecias, gestas y atrocidades que se cometieron en la Guerra Civil provocada por el levantamiento militar contra la República española.

Ahora que padecemos un maniqueísmo rampante en el Parlamento y en los medios de comunicación, ahora que todas las ideas se resumen en gritar que el de enfrente es peor, sorprende que en aquella descomunal tragedia que fue la guerra, estas personas renunciaran a contar solo las atrocidades del otro bando y adoptaran la decisión –íntima, férrea, insorbornable- de elevarse por encima de sus trincheras para contar la verdad de lo que veían. Un insólito rechazo al revanchismo.

Optaron por la verdad, la verdad como antídoto para evitar la repetición de los mismos errores. Una verdad estremecedora, que probablemente les condujo a la incomprensión primero, y a la soledad después, pero que hoy constituye el mejor testimonio para conocer la crueldad y la insensatez que desató aquella contienda.


miércoles, 28 de marzo de 2012

Hacia el desastre


En un artículo publicado hace unos días en El Pais, el exalcalde donostiarra Odón Elorza se hacía la siguiente pregunta: “¿Hacia dónde vamos los socialistas?”. Tras leer el texto, a mí no me cupo duda: hacia el desastre. Porque el artículo no contiene ni una sola respuesta más allá de la predecible colección de obviedades. Decepcionante.

Dice Elorza que los socialistas tienen que recuperar la credibilidad perdida con el Gobierno Zapatero, y es cierto. La dificultad estriba en que traten de recuperarla precisamente los que más ayudaron a perderla. Porque, ¿quiénes fueron críticos a Zapatero como para abanderar la regeneración política? ¿Rubalcaba, Patxi López, Elorza…? Ninguno que yo sepa.

Si lo que pretende Elorza es encontrar fórmulas para volver al gobierno yo le aconsejaría el remedio infalible: armarse de paciencia y de una banqueta y sentarse a esperar a que pase el cadáver del enemigo. Acabará pasando.

Ahora, si lo que pretende es dar respuesta no a su pregunta sino a la fundamental: “¿Cuál es el papel de la socialdemocracia europea en los próximos años?”, entonces tendrá que esforzarse un poco más. Lo primero de todo, deberá decidir si es suficiente con convertirse en el limitador de velocidad de la derecha, que es lo que están haciendo en la actualidad. Y si no es así, como espero, deberá ir pensando en un proyecto autónomo, donde se aborde el problema de la desigualdad social, el de la inmigración, el de la redistribución de la riqueza, el de la reorganización de la Administración y del Estado, el de la integración europea… Esas son las respuestas que se espera de la socialdemocracia.

No lo tiene fácil Elorza. El júbilo de Griñán y Rubalcaba por haber perdido “solo” 600.000 votos en Andalucía es el termómetro que mide con exactitud la gravedad del enfermo.

martes, 27 de marzo de 2012

Ponga un hijo en su vida


Te pasa que haces un hijo y te has fabricado un adosado de por vida. Que, además, funcionará como un extractor de todos tus sentimientos, desde los más sublimes hasta los más malévolos. Te enternecerá cuando siendo un bebé te sonría, te hará sentirte protector cuando te abrace al salir del colegio, y te obligará a pensar qué has hecho mal para que la vida te castigue con todas las fechorías que comete tu hijo desde que se asoma a la adolescencia. Con razón dicen que Dios nos da nietos como premio por haber soportado a nuestros hijos. Pero tenemos mérito: los queremos pese a todo.

Con Asier en Bianditz
Yo no soy una excepción en esos estadios de ternura, protección… y mi hijo Asier tampoco lo es en todo lo demás. Tenemos la peculiaridad de haber desarrollado una relación cercana y de confianza y, además, compartimos la práctica del deporte, lo que siempre es un factor de complicidad y satisfacción. Los dos hacemos footing y ciclismo, donde Asier, que así se llama mi hijo, anda que se sale. Pocas cosas hay que nos produzcan a ambos mayor disfrute que salir juntos con la bici.

Hemos pedaleado muchísimos kilómetros, hemos hecho la clásica Zarautz-Gernika-Zarautz, la de Billabona, el Tourmalet, los Lagos de Covadonga…, hemos recorrido en bici Salamanca y Cáceres, Navarra y Huesca. Y hemos hecho innumerables salidas por las cercanías de Donostia.

Y también hemos corrido juntos. El año pasado ambos formamos parte de uno de los equipos con los que participó la Kutxa en la Carrera de Empresas. Junto con Iñaki Zubimendi y José Luis Zubiaurre nos clasificamos en el puesto 24 entre más de 200 equipos. La pena es que este año Asier no va a participar y tenemos que buscarle sustituto.

Zubi, Asier, el que suscribe y Fisher
En la actualidad, salimos a correr o a andar en bici de vez en cuando. Siempre con BTT. No hace mucho subimos Bianditz por la carretera. Como no se notan los kilos sino los años, Asier llegó arriba en 49 minutos y yo 3 minutos después. Para que la diferencia no sea escandalosa tengo que recurrir a todas las trampas propias de los veteranos. Un día que quería subir Santiagomendi rápido, le llevé sin calentar, lo que no le impidió llegar arriba en 15 minutos pelados, mientras yo paraba el crono en un digno registro de 15’30”. Pero al menos salvé los muebles.

Alguien pensará que somos muy competitivos. Pues no, en eso Asier es como yo: a los dos nos gusta rodar a nuestro aire y disfrutar del paisaje. Eso sí, si alguien nos adelanta…






lunes, 26 de marzo de 2012

Política y basura


Esto del medio ambiente es como una religión. Y cada vez más. Nada tengo contra los que la practican, siempre que no me la impongan. Igual que me parece encomiable que haya personas que quieran poner en su cocina cinco contenedores y distribuir ahí su basura. Me parece muy bien, digo, siempre que no me obliguen a hacerlo a mí.

Lo mismo que si por respeto al entorno natural uno decide viajar en burro en vez de en tren. O si opta por iluminar su casa con velas en vez de electricidad, o prescinde de la calefacción y prefiere calentarse haciendo ejercicio. Nada que oponer.

Lo que me preocupa es eso, que pretendan que yo haga lo propio, que es lo que quieren hacer con la recogida de basuras los políticos de Bildu que gobiernan Donostia y Gipuzkoa. Pero me preocupa más todavía que el resto de partidos (PSOE, PP y PNV) se opongan a este sistema y no sean capaces más que de ejercer una oposición retórica.

Es lo mismo que hacen con la Pasarela de Mompás, con la Incineradora de Zubieta o con la Estación de Autobuses: quejarse de que Bildu está paralizando todo. Pero no es su papel repetir lo que ya sabemos. Los hemos elegido para solucionar los problemas no para estar todo el día como plañideras.

Y mira que la solución es sencilla –porque los tres partidos están de acuerdo en todos los temas fundamentales-, basta con presentar una moción de censura, quitar a Bildu y comenzar a poner en marcha todo lo que está paralizado.

Mientras no lo hagan, mi moción de censura –personal, rotunda, aunque tan retórica como su actuación- será para ellos.


viernes, 23 de marzo de 2012

Por ejemplo, la DYA

Hay una opinión extendida sobre los jóvenes y no precisamente benévola. Cualquier día podemos escuchar la perorata nostálgica, normalmente de sobremesa, lamentando que los jóvenes de hoy en día sean tan egoístas y hayan perdido los valores que tuvieron generaciones anteriores.

En la juventud de ahora hay de todo, como en botica. Pero son muchísimos los que participan como voluntarios en asociaciones y ONG’s entregando una parte de su tiempo y de su ocio al resto de la sociedad, y corroborando que la juventud dispone de lo que siempre ha sido su patrimonio: una enorme generosidad.

En DYA Gipuzkoa por ejemplo hay más de 300 voluntarios, jóvenes la mayoría, que con la mayor naturalidad dedican su tiempo a rescatar a cualquier persona accidentada, a buscar a la hora que sea a una persona desaparecida, a desplazarse de madrugada a ayudar a una anciana que se ha caído de la cama o a prestar asistencia cuando las últimas inundaciones. Allá donde les llaman por cualquier necesidad –y no sabemos cuantísimas se producen al cabo del día- se presentan no solo con la mejor voluntad sino también con una depurada preparación técnica y sanitaria para afrontar con responsabilidad cualquier problema.
De izquierda a derecha Izaskun, Iñaki, Arantzazu, Maider,
Amaya, Mikel, Jon, Harkaitz, José Luis, Xabi y Javier
   
Su Presidente, José Luis Artola, ha nucleado unos efectivos que se extienden por toda Gipuzkoa y que están coordinados por una Directiva donde los jóvenes son los protagonistas. Ahí están Izaskun Martinez, como Vicepresidenta; Xabier Barace, como Tesorero; su tío Javier como Secretario; Amaya Reguera, Responsable de Asistencia Sanitaria; Mikel Nogués, Responsable de Transmisiones; Harkaitz Imaz, Responsable de Informática; Arantzazu Lersundi, que lleva el Departamento del Voluntariado; Jon Subijana, Encargado de la Comunicación y el incombustible Fernando Etxezarreta, que se encarga del extenso y complejo parque de vehículos. Además participan en la Dirección la Administradora de la Asociación, Maider Makazaga y el Gerente, Iñaki Rodrigálvarez. Un formidable equipo.
Un grupo de voluntarios de DYA Gipuzkoa

Pero lo más importante, el activo principal de la DYA, son todos esos voluntarios que a lo largo y ancho de Gipuzkoa ejercen la solidaridad con quienes les necesitan con una entrega digna de admiración.

En la DYA hay una mayoría de jóvenes, pero son bien recibidos cuantos se apuntan a echar una mano. La edad no es un factor discriminatorio. ¡Hasta a mí me han admitido con cordialidad!

jueves, 22 de marzo de 2012

Síndrome del tranvía


Se suele decir que el matrimonio y el trabajo son como un tranvía abarrotado: el que está dentro quiere salir y el que está fuera quiere entrar. En el trabajo es frecuente convivir con personas cuyo mayor anhelo es jubilarse, así le queden 20 años para poder hacerlo. Hasta entonces, adoptarán un aire resignado que les justificará ser infelices pero dispondrán de un horizonte donde dejar de serlo.

Siempre hay que ser precavido con los sueños, porque se pueden convertir en realidad. Y eso es lo que ocurre a veces, que pasada la resaca de las despedidas por la jubilación vemos que algunas personas se dicen decepcionadas: ¡La felicidad era esto! Y es que derrumbado el muro que nos impedía ser felices, ya no tenemos obstáculos, ya solo dependemos de nosotros mismos para serlo.

Yo entiendo que a algunas personas les cueste hacerse a esa nueva vida. Sobre todo a quienes han pasado de pisar moqueta en la empresa a pasarle el aspirador a la de casa. Gente que se ha sentido apeada de su status y que en su vida ha hecho mucho patrimonio, económico y social, pero escaso acopio para enfrentarse a un anonimato muchas veces decepcionante.

Pero son unos pocos casos. En sentido contrario, conozco a altos ejecutivos, sobre todo a dos, que pese a jubilarse a una edad temprana estaban sacándole chispas a su nueva situación al día siguiente de dejar el trabajo. La clave está –me decía uno de ellos- en el afán de notoriedad. Si lo tienes te puedes amargar, porque tu teléfono deja de sonar, pero si no, puedes vivir muy feliz. Y él, desde luego, lo era; o lo intentaba, que viene a ser lo mismo.


miércoles, 21 de marzo de 2012

El Cross de San Hilario



A mediados del mes de febrero se suele celebrar el Cross de San Hilario. Es una carrera que la organiza la Asociación de Empleados de la Kutxa y que tiene como señas distintivas la inscripción gratuita y el convite a pintxos de txorizo y caldo que se ofrece a los participantes y espectadores.

Iñaki Zubimendi en pleno esfuerzo
Tras muchos años de ser el responsable de su organización, Juan Carlos Fano le ha pasado el testigo a Igor Ayerbe, quien despliega sus dotes organizativas apoyándose en un equipo formado por Josean Escribano, Juanjo García, Josema Brosa, Pepelu Fonseca, Karmele Mitxelena, Iñaki Zubimendi, Vicente Mier, Juan Carlos Furundarena y algunos amigos más. De speaker suele oficiar Iñaki Almandoz y las labores fotográficas están a cargo de Txema Lakidain.

La carrera consta de tres vueltas a un circuito en Miramón, en el Parque Tecnológico. Son 6,5 kilómetros, pero es una carrera exigente, pues el repecho junto a las Torres de Arbide suele dejar fundido al personal.

De nuestro grupo, el Baracefano, hemos participado este año un buen puñado, pese a los cuatro grados bajo cero que marcaba el termómetro.

Nada más darse la salida, Iñaki Zubimendi fue quien se colocó el primero de nuestro grupo, pero el haber salido sin calentar debido al trabajo organizativo no le permitió completar más que dos de las tres vueltas, eso sí, a un ritmo muy vivo.

Karmele se crece en la competición
Después iba yo, en un grupo en el que también estaban a poca distancia Carlos Hernando y Mikel Beristain. Al comenzar la segunda vuelta, Mikel se me echó encima, pero su falta de entrenamiento le impidió seguir a la par. Con Carlos conseguí mantener una mínima distancia hasta el final. Hizo una buena carrera Iker Alzate, por delante de Mikel Beristain, Rafa Azurza, Karmele Mitxelena –que siempre se crece en la competición- e Igor Ayerbe, que salió a rodar para airearse un poco de las tareas organizativas. Luego hicieron su entrada Vicente Mier y Juan Carlos Fano, cumplidores ambos.

A destacar el arrojo de Iñaki Zubimendi y Mikel Beristain, pese a que al final la dureza de la carrera les pasara factura. Me recordaron el viejo dicho: “El urogallo cuando canta se delata y muere, muere pero canta”. Pues eso.



martes, 20 de marzo de 2012

Dos butacas, please


La primera, para “Tenemos que hablar de Kevin”. Una película cuyo guión es una adaptación de la novela del mismo título de la escritora norteamericana Lionel Shriver, quien también tiene traducida al castellano otra obra de enorme interés: “El mundo después del cumpleaños”.

La novela relata las dificultades y el tortuoso crecimiento de un hijo desde la óptica de su madre. Es una historia inquietante que la película reproduce con acierto, consiguiendo que desde el primer minuto quedemos atrapados por la desgarradora interpretación de Tilda Swinton.

La segunda butaca, para “Los Idus de marzo”. En el calendario romano así se referían al día 15 de marzo. Fue en el año 44 a.C. cuando precisamente en esa fecha era asesinado Julio César.

Pero el film “Los Idus de marzo” no es una película histórica. Bien al contrario, ahora que en USA se están celebrando las primarias republicanas, la cinta cobra actualidad porque narra precisamente un proceso similar del Partido Demócrata.

George Clooney no es que nos diga nada nuevo sobre la capacidad de corrupción de los políticos. Si damos por buena –y yo al menos la di por buena hace muchos años- la famosa frase de Lord Acton: “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”, es difícil dejarte impresionar por esta clase de historias.

Pero es una buena película no lo duden, con un buen guión, un ritmo y una tensión crecientes y, sobre todo, unas interpretaciones soberbias desde el propio Clooney hasta Ryan Gosling, pasando por Paul Giamatti o Philip Seymour Hoffman.



lunes, 19 de marzo de 2012

Por goleada


Organizar una conferenciaAcérquese usted a cualquier acto cultural, al cine, a una exposición o a una conferencia y observará una mayoría abrumadora de mujeres. Yo no sé si es una anécdota o se puede elevar a categoría. Sea lo que sea es un eslabón más en la certeza de que no es que el futuro vaya a ser de las mujeres, no, es que ya lo es el presente.

Podemos preguntarnos como el poema de Alberti: ¿Pero dónde los hombres? Desde luego, en los campos de fútbol y en algunos bares jugando a cartas se puede observar el fenómeno contrario: ahí los hombres ganan, y por goleada. Aunque conviene no abusar de las generalizaciones, pues ya sabemos que todas son falsas, incluso esta.

Mientras las mujeres despliegan esa inquietud por conocer, esa curiosidad que las hace ser mejores o al menos intentarlo, muchos hombres siguen inmersos en su rol, observando desconcertados el final de su hegemonía. Y en ocasiones, en demasiadas por desgracia, sigue habiendo machos que saludan el afán de emancipación de sus mujeres con el mismo entusiasmo que Bachar el Asad festeja el ansia de libertad de los sirios.

Los hombres informan, las mujeres comunican, me suele recordar Gema. No es mala definición.


viernes, 16 de marzo de 2012

Sindicatos conservadores


Todo lo relacionado con conservar tiene connotaciones positivas o negativas, según. Le dicen a usted: “¡Qué bien se conserva!”, y lo toma como una lisonja. Pero si alguien le dice que sus ideas son conservadoras, puede que le tengan que sujetar.

Pero íbamos a hablar de los sindicatos. Dígame usted en que se diferencia el SEPLA (Sindicato de Pilotos de Líneas Aéreas) de, por ejemplo, UGT. Ya, ya, que uno es un sindicato corporativo, amarillo decían antes, y el otro de clase. ¿Alguna diferencia más?, pregunto. ¿Algo más que la imagen atildada del representante de los pilotos frente al aspecto rústico del representante obrero? ¿O todo se reduce a eso, a la colonia Varón Dandy del ugetista frente a la de Jean Paul Gaultier del otro?

Mientras piensa en las diferencias, le señalaré algunas coincidencias. Los dos sindicatos solo –por no decir en exclusiva- atienden a quien les paga, esto es, a sus afiliados, y me quedaré aquí para no herir susceptibilidades. Más, los dos sindicatos son conservadores. Uno quiere conservar privilegios, el otro, derechos.

Y si alguien no está de acuerdo que haga memoria de las huelgas generales de los sindicatos en democracia. La primera, en contra del Estatuto del Trabajador; las siguientes, a favor del mismo Estatuto. Carambolas del destino: protesto porque me lo ponen, protesto porque me lo quitan. Conservar lo anterior, esa es la clave.

Y el caso es que lo sindicatos de clase tienen una larga lista de servicios a este pais. Contribuyeron, sobre todo CC.OO., a traer las libertades, a consolidar la democracia -¿cómo olvidar su papel en los Pactos de la Moncloa con una España que se hundía?-. En una sociedad democrática y estructurada los sindicatos son imprescindibles. Pero deberían hacer algo más para hacerse por lo menos necesarios.



jueves, 15 de marzo de 2012

El bosu, instrumento de tortura


Hoy en el gimnasio me he estrenado en una clase denominada “fitness total”. A los fondistas recios como yo, estos términos nos suelen parecer un poco sospechosos, a qué negarlo. Siempre pensamos que no hay paliza comparable a meterse veinte kilómetros corriendo. Pues la hay, vaya que sí.

En una sala grande estamos unas quinces personas, mujeres mayoritariamente, con un bosu delante de cada uno y enfrente el monitor. El bosu es una media esfera no del todo hinchada que, después de haberla utilizado no me cabe duda de que fue un instrumento de tortura japonés o chino, tanto da.

El monitor pone música y comienza con unos ejercicios: brazos a la izquierda, brazos a la derecha, rodilla derecha arriba, rodilla izquierda arriba… Pero, ¿esto es deporte o son ejercicios de la señorita Pepis?, me pregunto. Vaya bluff.

El bosu
Empezamos con el bosu. Subo el pie derecho, luego el izquierdo, bajo el pie derecho, bajo el izquierdo. Vamos aumentando el ritmo y me preocupo, porque dudo de que vaya a terminar sin hacerme un esguince. Ahora iniciamos un sprint, paramos, sprint de nuevo, más rápido, y asoman las primeras gotas de sudor. Toca cambio: lo mismo pero comenzando con la otra pierna. Me veo con dificultades para terminar sin venirme al suelo, porque las piernas empiezan a estar como flotantes.

Cogemos unas mancuernas e iniciamos otra serie de ejercicios: pie derecho atrás, mancuernas arriba, pie derecho adelante, mancuernas abajo. Cuando noto el cuadriceps que me va a reventar la malla, el monitor nos ordena quedarnos quietos en esa postura: pie derecho atrás, pie izquierdo flexionado y las mancuernas a la altura de los hombros con los brazos estirados. Mi quietud dura poco, porque me sobreviene un ligero temblor muscular que va creciendo hasta sobresaltar al colega de al lado, que debe pensar que es un seismo.

El monitor nos ve tan acabados que nos manda parar. Eso pienso, infeliz de mí. Pues no, porque inmediatamente repetimos la tortura pero con la otra pierna. ¡Menos mal que no tenemos cuatro!, alcanzo a pensar. Y aquí los temblores incluso amenazan a mis empastes bucales.

Cambio de ejercicio. Mancuernas al suelo, flexiones tumbados, mancuernas arriba, a ritmo creciente. Como tengo mi entorno como la charca de un corral, las manos se me resbalan al flexionar y a punto estoy de dejar la dentadura en el suelo. Luego un minuto, un minuto de flexiones, arrriba, salto, flexiones... Cuando quedan 20 segundos estoy de pie con la mirada extraviada. Luego sprint en el bosu y cambio corriendo al de al lado, así no sé cuantas veces. Menos mal que el monitor me sujeta cuando, ya ciego perdido, corría como un boxeador sonado a estrellarme contra la pared acristalada.

Terminamos con unos estiramientos. Mi estado mental es de shock profundo. Recojo mi toalla y cuando voy a salir, un compañero me advierte que eso es el espejo, que la puerta está en el otro lado.

Lo peor, me dicen, será mañana y pasado. Para sentarme en una silla deberé pedir ayuda porque las agujetas me van a impedir hacerlo solo. Que me depositen con suavidad, que duele. Y sobre todo, que en un par de dias mi dieta sea astringente (?).



miércoles, 14 de marzo de 2012

¿Bondad? Quita, quita...


Veo ancianos venerables y bondadosos. Hombres y mujeres que han utilizado los años para limarse lo peor de sí mismos y para ofrecer una imagen placentera y cordial. Tienen mérito, sí, porque lejos de ser un paseo hacia el karma envejecer es una humillación, en palabras de Borges. Veo a Arturo González, un periodista irascible a quien le escuché la cita anterior, recuerdo a Fernando Fernán Gómez hecho un cascarrabias y pienso en lo fácil que es parecerse a ellos. No en su bagaje intelectual, que ojalá, sino en su indisimulada irritación.

Ese recorrido en que uno va dejando de ser uno, ese camino hacia la degradación. Como cuando se entra en un aeropuerto o se ingresa en el hospital -quítese los pantalones, suba a la camilla y póngase mirando a Getafe, tosa…-. ¿Y encima resignación?

Es una cuesta abajo resbaladiza y sin retorno. Sabemos además lo que nos espera al final, pero con qué ímpetu nos aferramos a la barandilla para no caer demasiado rápido. No, no, si todo eso hasta lo entiendo, pero eso de poner buena cara…



martes, 13 de marzo de 2012

Nombres propios


Pello Esnaola

Pello es nadador, ciclista, triatleta, esquiador, montañero… Pertenece a la misma especie que Mariano Arrazola, y no hablo de profesión, en la que también coinciden. Su veteranía le concede galones para ejercer de guía en las salidas en bici del Baracefano. Sus ocasionales seguidores-sufridores solemos ser Mikel Beristain, Igor Zabalbeitia, Mikel Calatayud y el que suscribe.

Antes de sumergirnos en el barro
Una de las veces salimos desde el Astoria Beris, Pello y yo, con bicis de monte. Vamos hacia Igueldo, subimos por la pared de Pilotegi hasta el frontón. Mikel Beristain, más joven y todavía fresco, nos deja atrás sin dificultad. Luego, juntos de nuevo, bajamos a Orio y emprendemos la subida a Aia por la carretera donde discurre la triatlón de Zarautz. Pasamos el pueblo y seguimos hasta Andazarrate.

Allí, Pello despliega su astrolabio y nos anuncia que vamos a ir por una pista en muy buen estado –y subraya la frase- hasta el monte Andatza, de donde bajaremos a Lasarte y luego a casa. Pello tiene dos particularidades: una, se conoce todas las pistas de Gipuzkoa; dos, siempre elige la peor (especialmente si soy yo el que le acompaño).

La pista es menos buena de lo que anunciaba Pello –ya es casualidad-, sobre todo una cuesta abajo muy pronunciada y en deplorable estado. Toco el freno y salgo por encima del manillar, mientras Mikel y Pello hacen ostensibles gestos de consternación. No porque me haya podido romper la crisma sino porque les hago parar la marcha. Poco más adelante, es Mikel el que pincha. Pello se apoya en la bici y le da instrucciones de gran valor: “Para cambiar la cámara primero tienes que sacar la cubierta”. Y así. Mikel se mosquea y se desespera porque hemos salido a las 9h. y la cosa pinta que no vamos a volver antes de la hora de merendar.  

Pero sí, tras cinco horas de pedaleo volvemos sanos –es un decir- y salvos a casa. Cansados sí, con el barro hasta las orejas, pero con esa sensación tan plácida de bienestar que producen las endorfinas. Me despido de Beris y Pello… y hasta me parecen buenos chicos.

Alex Arriola

Ya he comentado en otra ocasión que Alex Arriola se encuentra en la actualidad en Sidney. La mitad del año la pasa en Donostia y la otra mitad allí, es lo que le exige el proyecto de investigación en el que está trabajando. Pero además de investigar es un aficionado al running, deporte que a veces compartimos con José Luis García Murga. Para contar sus andanzas me ha remitido este correo con la foto adjunta:

“Sol y buen tiempo (y demasiado calor en mi opinión) Cruzar el Harbour Bridge 3 veces, pasar por debajo, rodear el Opera House y una vueltita por el Botanic Garden, total... 12km! (Primeros 6km a una media de 4:15/km, segundos 6km a 4:23/km) Bonito entreno!!!”

No es mal sitio para correr, no.



lunes, 12 de marzo de 2012

El Estado del bienestar



Todo político que aspire a gobernar –de derechas, de izquierdas, da igual- promete que no va a tocar el Estado del bienestar. Líneas rojas, dicen, que no van a traspasar. Ya. Pero todos lo hacen cuando cuando no hay dinero para sufragarlo, como es lógico. ¿Cuál es entonces la diferencia entre la derecha y la izquierda? Pues mire, la derecha recorta a gusto, disfrutando; la izquierda a disgusto, solo cuando se ve obligada. La derecha, unos cabrones; la izquierda, una ONG. Esta es la altura del debate ideológico.

Lástima, porque lo que procedería es preguntarse si el Estado del bienestar es sostenible tal como tenemos el bolsillo. Y si no lo es, la socialdemocracia –que tanto hizo por impulsarlo en toda Europa- debería ser quien primero propusiera fórmulas para hacerlo sostenible. Pero parece que es pedir peras al olmo. Y no lo tienen tan difícil: les bastaría con copiar y pegar.


viernes, 9 de marzo de 2012

Confesiones



Empecé a hacer footing, a correr, cuando ella me abandonó. Esa fué la razón. Buscaba la fatiga para hacer soportables las noches, porque el recuerdo de su cuerpo me sacaba del sueño y ponía en mis ojos imágenes ya imposibles. A fuerza de amanecer con dolor, me enfrentaba a las noches temeroso.

Haz deporte, corre, me dijeron y les hice caso. Fué duro al principio, porque me era ajeno, pero enseguida recibí el pago que yo exigía: cansancio. Al cabo de algunas noches, el dolor por la ausencia de ternura se atenuó para ir dejando paso a molestias más apremiantes: dolían los gemelos, dolían las corvas, dolía la periostitis. Pero muchas veces caía en un sueño profundo y me observaba distinto al despertar.

Corría, pues, por parajes despoblados, donde pasaban inadvertidas las lágrimas que acudían a hidratar mi desconsuelo. La hierba que crecía aquella primavera por el camino que más transitaba, conoció a través de aquellas gotas el sabor secreto y salino de la más desoladora de las nostalgias.

Con el tiempo, el correr me permitió abandonarme en la añoranza de la mujer que me dejó, y también conversar con ella como si nunca se hubiera ido. Comencé a esperar con ansiedad a que llegara el momento de calzarme las zapatillas y adentrarme en mi diaria aventura y fuí perdiendo interés por las cosas que ocurrían fuera de mi laberinto.

No lo entendieron. Me llevaron de consulta en consulta interesados en mi desinterés. Nada objeté, salvo que me dejaran correr a mi voluntad. Les debió parecer bien, porque el centro en el que me han ingresado dispone de un bosquecillo que puedo recorrerlo de mil maneras distintas.


Y ahora discúlpenme, pero ya he terminado el folio que me habían solicitado. La verdad es que no me importaría proseguir, pero es que tengo la hora de ir a correr y eso para mí es sagrado.





jueves, 8 de marzo de 2012

Una de blogs


Es difícil atender a la infinita lista de blogs que existen en la red. Creo que tenemos la costumbre –evitaré adjetivarla como sana- de ir directamente a las conocidas, la que nos proporcionan buena información y también las que confirman nuestro punto de vista, las que refuerzan nuestro criterio. Los sitios de opinión como refinerías: uno piensa las cosas en bruto y agradece que se las devuelvan pulidas y refinadas.

Pero hay excepciones, positivas y autónomas. Por ejemplo, estos cuatro blogs:

·        El Blog de Arcadi Espada. Es el único capaz de sorprenderme habitualmente. Y mira que es difícil.

·        El Blog de Santiago González. Uno de los columnistas políticos más brillantes y donde la ironía a menudo provoca la sonrisa. O la irritación, depende.

·        El Blog de Antxon Blanco. Una de las personas que más sabe de atletismo y de deporte en general.

·        Cuidaesalengua. El Blog de Gema Torres sobre lenguaje. Interesante, ameno y peculiar. Casi nada.

¡A disfrutar!



miércoles, 7 de marzo de 2012

Crisis... ¿de qué?


Pues de todo, mire usted. Económica, sí, pero no menor de ideas, de propuestas, de alternativas. Este es el panorama: unos recortan, otros protestan. Entre medio, el vacío.

En la Gran Depresión de 1929, en USA se llegó al 25% de desempleo. En 1993 se alcanzó casi el 24% de paro entre la población española. Algunos sindicatos proponían y ponían en práctica fórmulas alternativas: trabajar menos para trabajar todos o cambiar salario por empleo. ¿Hoy? Lo dicho, el vacío.

Francois Hollande, el candidato socialista que se enfrentará a Sarkozy en las próximas presidenciales francesas, desgrana toda una serie de propuestas diciendo que “Es hora de volver al sueño francés”. Ni resignación, ni pesadilla. Podían tomar nota por aquí, donde hasta la utopía se tasa en euros.

Crisis: cuando lo viejo ha muerto y lo nuevo no ha nacido. Digo yo, ¿no sería cosa de adelantar el parto?


martes, 6 de marzo de 2012

Correr en la niebla


Es viernes. La ciudad se despereza y en el Gimnasio San Martin la gente se machaca con esa concentración propia de la hora temprana. Unos hacen bici, otros cinta de correr o máquina elíptica, y otros como Antxon Blanco, Jesús Cabezudo o José Luis García Murga se dedican a los pectorales, a los deltoides, a los abdominales y a otros ejercicios del tronco superior. Van de las mancuernas al banco, del banco a las poleas y de aquí a las barras, absortos en esa liturgia del deportista disciplinado.

José Luis y yo nos vamos a correr. No es habitual que la gente que hace musculación sea aficionada a practicar deportes de fondo -cardio, en el argot de iniciados-, pero a este muchacho le va cualquier cosa que suponga un reto. Su determinación es proporcional a su musculatura. Y tiene mérito, porque tiene que mover nada menos que 90 kilos, de los que la grasa apenas representa unos pocos gramos. Antes fue velocista, luego delantero centro del Berio de Carlos Benito y ahora, a sus 32 años, se ha empeñado en correr la Behobia con otro colega del gimnasio, Alex Arriola -desterrado en Australia-. Yo voy gustoso con él, me lo paso bien, me río mucho y creo que conviene cultivar este tipo de amistades, sobre todo si un día tienes que hacer mudanza de casa.

Cuando salimos a la calle, está empezando a clarear y una niebla densa oculta la isla. Tomamos por la Concha y nos cruzamos con algún que otro korrikalari por el Paseo Nuevo. La niebla sigue presente y apenas deja entrever la torre de Atotxa y los Cubos del Kursaal. Al final de la playa de Gros nos encontramos con Iñaki Zuzuarregui (2h.39m. en marathon), giramos y le acompañamos unos metros. A veces nos hemos cruzado con su hermana Macu o con Joserra Basterra, también con Fernando Calvo y José Mari Iturrioz, todos ilustres y veteranos atletas. Le despedimos a Iñaki y enfilamos por la Calzada Vieja de Ategorrieta. Los chavales entran en Jesuitas cargados con sus mochilas y con gesto somnoliento. Subimos hasta el Arzak, donde damos la vuelta y regresamos por la Zurriola y el Boulevard.

José Luis acelera el ritmo y terminamos en el gimnasio en poco menos de una hora. Un poco de agua, estiramientos, ducha... y a la calle. Tenía razón Vargas Llosa en “Historias de Mayta”: Correr es una buena forma de comenzar el día.



lunes, 5 de marzo de 2012

Teatro del bueno



El Victoria Eugenia donostiarra, abarrotado. Una obra, “Llama un Inspector”, de J.B. Priestley, escrita en 1946 nada menos. Unas interpretaciones soberbias de José María Pou, de Amparo Pamplona –repitiendo la pieza 30 años después!- de Canut… Yo  metía ahí a todos los actores jóvenes y televisivos que tanto gritan y dicen tan poco. Que aprendieran dicción, interpretación, el digno oficio de estos maestros. El personal disfrutó con la obra, la denuncia de la deshumanización de una burguesía solo atenta a sus intereses.

Para el teatro, para el bueno, no pasan los años. Es su gloria… y su gran  inconveniente. Para el cine, sin embargo, han pasado los años, ¡ya lo creo! Un combate desigual: el esfuerzo que exige el teatro para superar lo que algunos llaman “déficit de realidad” frente a la desbordante capacidad del cine para hacer verosímil cualquier historia.  

Esto comentábamos a la salida con Amaia Etxebeste e Iñaki Zubimendi.


sábado, 3 de marzo de 2012

Esas criaturas


Esas criaturas que hacen aflorar lo mejor de cada uno. Los niños, digo. Sean de aquí o de Ucrania; se llamen Asier o se llamen Iván Marchenko.

Lo saben bien Marisa y Pili sobre todo, y José Manuel, Martín, Joni, Asier, Mertxe, Judith, Jesús Mari, Mari Carmen, Beris, Erika, Leonor, María Jesús, Itziar, Marian, Kiko, Mª Jose y Agustin, Inés y Javi, Amayita, Joxepo, Maite y Jóse, y Juan Carlos Fano, siempre atento a que al chaval no le falte un obsequio de parte del Baracefano. 


viernes, 2 de marzo de 2012

Santiagomendi

A punto de tomar la salida


Hace casi un año, el Grupo Baracefano organizó el reto de subir a Santiagomendi desde Astigarraga. Algo más de dos kilómetros con unas rampas del 20%. Se podía subir corriendo a pie o en BTT, a elección de cada cual, y no estaba claro cuál era la mejor opción.

Participaron los korrikalaris Mikel Beristain, Pepelu Fonseca, Carlos Hernando, Gorka y Ion Busto, Vicente Mier, Karmele Mitxelena, Kontxi Martinez, Iñaki Zubimendi y Rafa Azurza. Y los ciclistas Pello Esnaola, Igor Zabalbeitia, Mikel Calatayud y Javier Barace.

Como se puede ver en la clasificación, se impuso un korrikalari, el eibarrés Mikel Beristain, por más que Pello Esnaola se dejara los riñones pedaleando y tratando de echarle mano. Fue una prueba preciosa que espero se repita esta primavera. Igor Zabalbeitia, con su orgullo bilbaino herido, cambió el maillot de ciclista por el de atleta y comenzó una severa preparación que le llevaría a pasarnos a todos por la piedra al cabo de poco tiempo.


Clasificación
Mikel Beristain ganó con autoridad
Mikel Beristain         15´02"
Peio Esnaola            15´15" Bici
Javier Barace           15´20" Bici
Carlos Hernando      15´52"
Igor Zabalbeitia       15´57" Bici
Pepelu Fonseca        16´05"
Mikel Calatayud       16´24" Bici
Ion Busto                16´35"
Iñaki Zubimendi       16´45"
Rafa Azurza             18´23"
Gorka Busto            18´27"
Josema Brosa          18´45"
Vicente Mier            19´00"
Karmele Mitxelena    20´10"
Kontxi Martinez        20´20"


Como anécdota, diremos que en su día, siendo aficionado, Alberto Contador realizó la subida en bici de carretera en un tiempo de 9’04”. Aclaración obligada: el tubular de una bici de carretera nada tiene que ver con las ruedas de tacos de 2,15 pulgadas.

Agradecimiento especial al equipo técnico: Txema Lakidain, Iñaki Almandoz, Aitor Bellosillo y José Mari Amundarain. No pudo asistir el alma mater de estos tinglados, Juan Carlos Fano, pero desde Sevilla siguió en directo –vía telefónica- el desarrollo de la prueba.

jueves, 1 de marzo de 2012

Gratis et amore



¿Por qué nuestras autovías gratis? Dicho de otra manera: ¿Por qué tenemos que pagar con nuestros impuestos el uso que otros hacen de nuestras autopistas? En Francia las autopistas las paga el usuario, y en Italia, y en Suiza, y en Austria… Y en Alemania, Bélgica y Holanda que eran gratuitas están implantando un sistema de tarificación para el transporte. Aquí no, aquí cualquier europeo con un camión de 20 tm. viaja de Irún a Algeciras sin rascarse el bolsillo. Pues nada, como andamos sobrados, adelante con los faroles!

Nuevos políticos, viejos errores. Todavía discuten -¡sí, con la que está cayendo después de lustros de derroche!- si el cinturón donostiarra o Etxegarate deben ser gratis o de peaje, cuando la discusión debería ser quién las paga, si los usuarios o todos los contribuyentes. Ese es el dilema: usuarios o contribuyentes. Pero lo gratuito se ha convertido en un irritante señuelo –uno más- hacia el elector.

Nada es gratis en la vida, ni siquiera votar en unas elecciones: basta comprobar lo caro que nos puede salir según a quién lo hagamos.