lunes, 30 de abril de 2012

Consternado Rajoy


Se lamenta Rajoy de las medidas que toma su gobierno y que, según él, a nadie le gusta tomar. Coincide con Zapatero, quien tampoco disfrutaba con los recortes. A ambos lo que les pone es repartir dádivas y no disgustos. Ya. El padre que contra su deseo propina una colleja a su vástago. 

Son los restos del naufragio de ese buenismo que tanto ha impregnado la política española. A falta de ideas, a falta de proyecto político, buen corazón. Ese necio infantilismo, ese querer gobernar a besos. ¿Qué es gobernar, Rubalcaba, me preguntas mientras clavas en mi pupila tu pupila azul? Ha tenido que ser la obcecada realidad la encargada de recordarles aquel eslogan de la campaña de Clinton: ¡Es la economía, estúpidos!





viernes, 27 de abril de 2012

El principio de la comodidad


Todo lo mata la comodidad, afirmaba Jorge Oteiza. Y tenía razón, pero de ello no cabe deducir que la comodidad sea un concepto absolutamente negativo.

De hecho, la comodidad –junto con la economía, la salud y el poder- ha sido uno de los factores que ha hecho progresar a la humanidad. La invención de la rueda, no entraré en si fue un descubrimiento o una invención, no tenía otro objetivo que ese: hacer más cómodo el transporte. Y no digamos nada del ascensor, por no citar al aparato que mejor resume el culto a la comodidad, cual es el mando a distancia.

Por eso, no es de extrañar que el ser humano le dé la espalda a las cosas incómodas, sobre todo cuando las ventajas son una suposición y los inconvenientes una certeza. Y esto es perfectamente aplicable a la recogida selectiva de residuos, al denominado sistema “Puerta a Puerta”.



jueves, 26 de abril de 2012

Pequeño homenaje a Luis Yerga


Luis Yerga. Foto tomada de
la Revista del Real Unión.
El 12 de abril falleció Luis Yerga, ex atleta, a los 65 años de edad. Casualmente, me había referido a él en uno de los artículos de este blog. Luis Yerga fue el primer atleta vasco en bajar de 2h. 20m. en maratón y se prodigó en pista y en todo tipo de pruebas de atletismo. Defendió los colores del Club Atletico  Telesport, el histórico equipo bidasotarra. En 1978 venció en el Cross de Reyes de la Gimnástica de Ulía, y en 1979 fue 2º en la Behobia-Sn. Sn. con un registro de 1h.04’00”. Participó en numerosas carreras en pista, tanto en 5.000 como en 10.000 metros, donde coincidió con atletas legendarios como Mariano Haro, Santiago de la Parte o Fernández Gaytan. Luis Yerga fue un fondista de enorme calidad, con una excepcional capacidad de sufrimiento. Yo le vi finalizar una Behobia frente al Victoria Eugenia y aquella imagen se me quedó grabada.

Quienes le conocían bien hablan de su formidable calidad humana. Su vida profesional transcurrió en el Real Unión de Irún, donde dirigió la sección de fisioterapia y donde ha dejado una huella imborrable. Es una pena, pero los viejos rockeros también mueren. Descanse en paz.





miércoles, 25 de abril de 2012

Zoryn, Zoryn...


Gema, Iván y Dima (Dimitri) en la casa de Zoryn

Viajar a la zona de Chernobyl es iniciar un viaje en el tiempo, es una vuelta al pasado. Zoryn es el pequeño pueblo donde vive Iván Marchenko. Dista 100 kilómetros de Kiev y 35 de Chernobyl. Zoryn no dispone de equipamientos colectivos: no hay escuela, ni mercado, ni parque, ni iglesia... Todo lo más, una pequeña tienda con un minúsculo mostrador. Tampoco se percibe alumbrado público ni aceras en la calle. Las casas carecen de agua corriente, la electri-cidad sufre cortes con cierta frecuencia y la televisión se recibe con dificultad. En esas condiciones, los cuartos de baño, las lavadoras y otro tipo de electrodomésticos no son más que una fantasía. Los inviernos son siberianos: este año el termómetro ha llegado a marcar 35º bajo cero y la nieve ha alcanzado un metro de altura. Esta es la Ucrania profunda y así son los pueblos como Zoryn. El progreso apenas se detuvo por aquí: solo les trajo una destartalada central nuclear que no ha servido sino para dejar más deprimida aún esta zona.

Los que tenemos ya una edad considerable, mucho más si somos de pueblo como yo, reconocemos ese paisaje. Así era la vida aquí hace cincuenta o setenta años en el medio rural. Así fuimos niños y así crecimos y pasamos los inviernos en casas que hoy nos parecerían inhóspitas, pero que entonces nos producían un sentimiento íntimo y placentero de estar protegidos: de las heladas y del exterior. Así crecimos, decía, dejando que nuestra fantasía cobrara forma entre las llamas del fuego, sin saber -lo supimos más tarde- que la escasez tiene menos trampas que la abundancia. 

Mijail, Iván, Javier, Dima y Valentina en la parada del
autobús. Zoryn escrito en cirílico.
Por eso, a estos ojos que viven rodeados de confort, de adelantos y también de ansiedad no les extraña que Iván Marchenko viva feliz en Zoryn, que no quiera ni oir hablar de vivir en Kiev o en otro lugar. Que viva, en suma, como vivíamos nosotros, en esa armonía de sencillez familiar, donde uno se siente querido, donde juega y riñe con su hermano pequeño y donde la imaginación es de su propiedad, no un monopolio de la PSP o la Nintendo. Iván nos recordó que la patria de cada uno sigue siendo su niñez. 

No es fácil que Iván pueda volver a viajar. Pero si pudiera, sabe que aquí tiene su segunda casa, su segunda familia. La suya nos acogió con afecto: nos sentaron a su mesa donde compartimos una comida ucraniana sabrosa y abundante. Nos trajimos el buen recuerdo de todos ellos, de su madre Valentina, de Mijail y de su hermano Dimitri. Y también de Helena Bolochai, de Svetlana, Bika y de Igor Likhvanchuk, que hicieron menos árido nuestro desembarco en Kiev.


martes, 24 de abril de 2012

Milagros


Hubo un tiempo en que el autor de un milagro era beatificado o santificado, no sé bien. Estas de la Iglesia son unas reglas que no domino, a qué negarlo. Pero viene a cuento este comentario porque mi disco duro -el de mi ordenador quiero decir, el mío sufre ya un deterioro irreversible- está funcionando de nuevo, con toda la información al completo. Y esto no deja de ser un milagro.

De ahí lo de beatificar a Alvaro Vega, autor de semejante prodigio. Será una beatificación tecnológica y figurada, porque no termino de verle al bueno de Alvaro embutido en una túnica y con la mirada perdida. Eso sí, le reservo sitio en la misma peana en la que figura Steve Jobs. Categoría.


lunes, 23 de abril de 2012

Tres Gb de perversidad


Ni el principio de Peter ni la ley de Murphy afinan tanto como la máxima de la informática: el ordenador se te estropeará cuando más te haga falta. Además lo hará con retranca, justo antes de que te decidieses -¡por una vez que lo ibas a hacer!- a crear una copia de seguridad. Si se te estropea el disco duro o no, solo dependerá de si tienes información importante almacenada. Si la tienes, no esperes a que te llame el técnico para darte el diagnóstico, te lo digo yo: tu disco duro es irrecuperable.

A la vuelta de Ucrania, mi portátil se ha vengado por no haberlo llevado de viaje. Es así, tiene 497 Gb. de capacidad y 3 Gb de perversidad. Es casi humano. Menos mal que yo cuento con la amistad y la generosidad de Alvaro Vega, un fuera de serie en estas lides. Le dejas un disco destrozado y Alvaro te lo devuelve íntegro, con toda la información en regla y sonando "Casta Diva" cantada por Maria Callas cuando lo pones en marcha. Bueno, eso creo que va a hacer con mi portátil.

Mientras esto se confirma y pueda recuperar información, datos y fotos, este blog permanecerá en estado letárgico. El que avisa no es traidor.

Ah! Me he propuesto, of corse, realizar una copia de seguridad del disco duro cada semana. Y lo afirmo con la misma rotundidad con la que un buen amigo comienza cada año afirmando que va a ir al gimnasio y que se va a poner a régimen. Hombre, luego no hay que ser un fanático con las promesas, pero la intención es esa. Que conste.



viernes, 6 de abril de 2012

Persiana temporal


Gema y yo nos vamos a Ucrania. Desde Kiev nos desplazaremos a Zoryn, a 35 kilómetros de Chernobyl, para estar con Iván. Iván Marchenko es el chaval que desde hace cinco años venía a pasar con nosotros los veranos. Este último enfermó de gravedad y prácticamente lo pasamos entre el Hospital Donostia y el de Cruces.

Hubo que demorar su regreso y, cuando llegó a Kiev, fue sometido a una severa operación para repararle la aorta, dañada gravemente por su enfermedad.

Estaremos una semana con él, lo llevaremos a Kiev y trataremos de obtener información directa de su actual estado y de su evolución. También procuraremos proveerle de algunas necesidades materiales que mejoren su calidad de vida.

Esto se hace gracias a la campaña de recaudación de fondos que puso en marcha la Asociación Chernobyl Elkartea, que es la organización que gestiona la estancia de niños ucranianos entre las familias vascas.

Vamos esperanzados, preocupados, ilusionados… Veremos. A la vuelta lo contaremos. Hasta entonces este blog permanecerá con la persiana bajada.

jueves, 5 de abril de 2012

Aparta de mí este caliz


Esta especie que no cesa de atragantarse y atragantarnos. Veo en el telediario las imágenes de Javier Clemente o de Jose Mourinho. Soberbios, fatuos, maleducados. Se pretenden sabios de una faceta vital para la humanidad, cual es dilucidar sobre la mejor manera de patear un balón. Cobran por ello cantidades obscenas y se sienten los dueños de la creación. Pero esta sociedad madura, libre, soberana, que elige a sus representantes y es capaz de secundar una huelga general si se ve injustamene tratada, soporta impávida sus impertinencias y sus malos modales, y consiente que el club al que pertenecen les pague millones sin rechistar. Pero, ¿en qué pais vivimos?

Y más preguntas, ya puestos. ¿Por qué las decenas de miles de socios de esos equipos no boicoetan al club hasta que el Presidente expulse a estos energúmenos? ¿Por qué los directores de los medios informativos envian sin rechistar a sus periodistas a ser maltratados por estos groseros?


miércoles, 4 de abril de 2012

De Constituciones


Vuelve Gema de un viaje por el otro lado del Atlántico y me obsequia con un ejemplar, precioso, de la “Constitución de los Estados Unidos de América”.

Lo leo con agrado y con sorpresa. Ya  sé que lo que voy a decir ahora no pasa de ser una anécdota intrascendente, pero yo, que me reconozco como un cartesiano primario y rural, no puedo evitar comparar algunos datos. La población española es de 47 millones de personas; la de U.S.A., de 313 millones. La Constitución española consta de 169 artículos y nueve disposiciones transitorias; la americana, de 7 –repito, ¡siete!- artículos y 27 enmiendas.

Insisto en que no se trata más que de una anécdota de la que no cabría extraer mayores conclusiones, pero tengo la tentación de confirmar lo que me decía un castizo: “Es que por aquí semos muy complicaos”. Pues sí.



martes, 3 de abril de 2012

En bici por Andatza


Con José Luis Artola “Joxepo”, Presidente de la DYA, suelo salir ocasionalmente a andar en bici. Compartimos afición, siempre con BTT, y normalmente hacemos recorridos por la zona comprendida entre Igueldo y  Andatza, una zona que Joxepo se conoce como la palma de su mano, aunque dudo que tenga controladas éstas como tiene las pistas y senderos que cruzan su territorio comanche.

Comenzamos a salir con las bicis hace tiempo, cuando solíamos intercambiar opiniones sobre cualquier asunto relacionado con la DYA, costumbre que a los dos nos parecía mucho más saludable que hacerlo en un bar atestado de gente. He de confesar que yo jugaba con doble ventaja, la de ser Joxepo quien más tenía que hablar y la de ser él también quien tenía un aspecto más lucido, que es un elegante eufemismo para no decir que estaba un poco gordito.

En esas condiciones, yo me sentía como Miguel Indurain comparado con su hermano Prudencio, a qué negarlo. Pero ya sabemos que la vida es una sucesión de ciclos, y hoy Joxepo ha perdido un montón de kilos y, como nos vemos todos los martes en la DYA, ya no necesita comentar tan extensamente los asuntos como antes, por lo que destina el 100% de su oxígeno a pedalear. De hecho, puede pasar la tira de kilómetros sin pronunciar palabra y sin meterse una triste barrita energética. Como además se le ha quedado un rostro anguloso que lo lleva a medio afeitar, tal que una imagen del Greco, me suelo preguntar si voy con un ciclista o con un cartujo.

No hace falta decir que esa superioridad física de la que yo hacía gala ha pasado a mejor vida, por mucho que me empeñe en invitarle a bollería y recordarle lo alegre que era cuando estaba potolo. Confío, en fin, que este ciclo no se prolongue en exceso y que abandone ese espartano régimen gastronómico. A ver si es verdad y puedo recitar lo de Gustavo Adolfo Bécquer: “Volverán las oscuras golondrinas…”.

P.D. Una de las salidas con Joxepo, junto con Fernando Etxezarreta y Bixen Larrarte. Salida de Usúrbil, subir al Andatza por Txokoalde, bajar a San Pedro de Aia, llegar a la playa de Orio, subir por la cuesta al final de la playa (400 metros muy duros con mal piso), después una “subida técnica” –término que significa pendiente del 20%, piso de barro y pedruscos y obligación de echarte la bici al hombro y subir a cuatro patas-, bajar hasta la entrada de la autopista, subir Igueldo y a casa. Una vuelta parecida a la que dimos una vez Pello Esnaola, Mikel Beristain, Igor Zabalbeitia y yo, creo.







lunes, 2 de abril de 2012

Semana Santa opiácea


Incluso en los años en que yo era creyente –marxista quiero decir, creyente religioso dejé de serlo mucho antes-, me enfrentaba a la Semana Santa con satisfacción. Tenía asumida la sentencia de Marx de que la religión es el opio del pueblo, pero quita, quita, si por unos días de fiesta había que vender el alma al diablo, a mí siempre me encontraban dispuesto. Hasta he llegado a ser espectador de algunas procesiones, aunque si alguien me lo echa en cara algún día lo negaré con rotundidad. Diré en mi descargo que tan farisea actitud es probable que fuese una consecuencia más del alucinógeno que Don Carlos atribuía a la religión.

La Iglesia concita muchísima animadversión entre los que no somos parroquianos, y no nos falta razón, pero no esperen que dedique estas líneas a largarle un pelotazo más. Yo la observo con la misma distancia con que miro a tantas asociaciones e instituciones que pululan por nuestro entorno, aunque ninguna de ellas alcance la cargante solemnidad que despliega un simple cura en su misa.

Pero me voy a atrever a decir dos cosas a favor de la Iglesia. Una, la formidable tarea que realiza la gente de Cáritas. Dos, la positiva capacidad que ha desarrollado siempre la autoridad papal para mantener unida a toda la legión de sus fieles. Cosa que se advierte cuando se pone frente al espejo de las graves consecuencias de la disgregación musulmana, carente de una institución similar. 

Puede ser que usted discrepe de esta reflexión, pero no me achaque a mí su autoría. Porque no es que lo diga yo, es lo que expone Amin Maalouf en “El desajuste del mundo”, una obra francamente interesante que me obsequió Carlos Ruiz y que es una aproximación a las diferencias actuales entre el mundo árabe y el occidental.