¿La poesía es un arma cargada de futuro?

Lo dudo. Y mira que me duele discrepar de Gabriel Celaya, pero en estos momentos juraría que la poesía, si es algo, es un arma cargada de pasado. Vivimos unos tiempos en que el propio futuro no pasa de ser un ejercicio de nostalgia. Del pasado, claro.

Gabriel Celaya

Cierto que la poesía nunca ha sido un género extendido. Fíjense en un dato: allá por el año 1979 el propio Gabriel Celaya me comentó que el poema que da título a este post, “La poesía es un arma cargada de futuro”, que fue musicado e interpretado por Paco Ibáñez, le rindió más con los derechos de autor de la canción que con la publicación de todos sus libros.

La poesía le debe mucho a la música. Pertenezco a una generación que se adormiló leyendo a los clásicos y se despertó de golpe con las voces de Paco Ibáñez y Joan Manuel Serrat. Los poemas que  cantaron adquirieron un ritmo nuevo y una creciente complicidad social. “…Nuestras manos obreras darán forma a la esperanza…” escribía Celaya y esa idea se transformó en un sentimiento colectivo.

El cantante que más ha hecho por la poesía ha sido Paco Ibañez, que ha interpretado no solo a Góngora y a Quevedo, sino también a Gabriel Celaya, Blas de Otero, Miguel Hernández, José Agustín Goytisolo, Rafael Alberti, Pablo Neruda, Gustavo Adolfo Bécquer… Sin olvidar a Joan Manuel Serrat, que nos regaló unas soberbias versiones de Machado, Alberti y Miguel Hernández.

Pero no han sido los únicos, no crean. Hay una larga lista de poetas cuya obra han ayudado a extender los cantantes. Otro día me ocuparé de ellos.

Cesión de soberanía

Quiero subrayar el apoyo que prestó ayer Rubalcaba al Presidente Rajoy para la cumbre europea. Lo puede merecer el país dada la situación acuciante que vivimos, aunque no se lo merece Rajoy, que se pasó la anterior legislatura dando la espalda a todas las iniciativas del Gobierno de Zapatero. Cierto que muchas eran peregrinas, pero otras se acercaban a los propios postulados del PP. Por eso, que Rubalcaba actúe más en clave de país que en clave de partido es de agradecer.

Parlamento europeo

Pero lo más llamativo de la actualidad es la aceptación urbi et orbi de nuestra absoluta pérdida de soberanía en la cuestión fundamental de un país, como es su economía. Y esto no lo digo yo, lo afirma el propio Almunia cuando señala que “las recomendaciones de la UE son de obligado cumplimiento”. Es decir, quien decide es Bruselas. Y nadie se rasga las vestiduras.

¿Rasgarse? No seré yo, desde luego. Al revés, me alegro extraordinariamente de que mande Europa. Es lo que tiene ser un descreído sobre las ventajas de las administraciones de cercanías. Prefiero estar administrado por un político competente -sea alemán, francés o austríaco- que por un incompetente –sea de Guadalajara o tenga los ochos apellidos vascos-.

Y luego está la absoluta falta de eficiencia. Hay ciudadanos que son concejales, otros junteros provinciales, otros más parlamentarios vascos, algunos senadores y otros diputados a Cortes. Más los del gobierno municipal, gobierno foral, gobierno autónomo y gobierno central; más todas las delegaciones, más todas las empresas públicas… Y toda esta nómina, ¿a dónde nos ha llevado? Pues al fondo del pozo, claro. A mendigar ayuda a Europa. Lo dicho, si ya hemos demostrado sobradamente nuestra incapacidad para administrarnos con prudencia, no seré yo quien se oponga a que lo haga Europa por nosotros.

Incluso, pese a mi absoluta lejanía del nacionalismo –tanto me da que sea vasco o español- estoy pensando seriamente en autoproclamarme nacionalista europeo. Le voy a dar una vuelta.

Moses, asesinado

Su largo viaje ha terminado en Andoain, donde según informa el Diario Vasco ha sido asesinado. Se llamaba Moses y era de Sierra Leona. Su historia es una más de las tragedias que supone la emigración. Huir de un país, huir de la miseria con la esperanza de encontrar un futuro para él y para su familia. Un largo camino para pasar de no ser nada a no ser nadie.

Moses llamaba la atención por su corrección, por su limpieza, por su grave voz africana. Si la suerte le abandonó, él jamás se abandonó. Anduvo por las Canarias antes de recalar en Donostia. Recorría los pueblos y los polígonos industriales sin descanso en busca de trabajo. El último que tuvo fue hace algo más de un año, un contrato temporal para ayudar en la limpieza de las calles donostiarras. Desde entonces, la crisis le dejó en el paro.

Aspiraba a traer aquí a su esposa y a sus dos hijos de Sierra Leona. Dejó una habitación alquilada para irse a una casa abandonada en Andoain, y es que cada euro que ahorraba era un euro más para enviar a su familia.

Moses en el centro, rodeado de sus amigos,
 el día que Arrats recibió la Medalla al Mérito 
Ciudadano en el Ayuntamiento donostiarra

En San Sebastián tuvo la suerte de cruzarse con las personas de Arrats, que le acogieron en la Asociación, le atendieron y le ayudaron. Él decía que tenía varios amigos aquí: José Mari Larrañaga, Haizea, Irati, Marijo, Eneritz, Miguel, Amaya… y toda la gente de Arrats. Y Maite Brandariz, que cuidaba de él como si se tratara de otro hijo. Y Marisa Barace, que le daba clases de castellano mientras su hermana Pilar le preparaba la comida…

El hombre es capaz de lo mejor y de lo peor. Pero todas estas personas que he nombrado han sido lo mejor para Moses, porque con su generosidad han mitigado su soledad y han conseguido reducir un poco su necesidad. Es una actitud fieramente humana, en palabras de Blas de Otero. Una hermosa manera de mostrar que hay vida, y puede haber esperanza, más allá de nuestros redondos ombligos.

Moses tuvo la desgracia de nacer en un país pobre. Y a veces tratamos esa desgracia como si fuera un delito. Porque no fue su elección, como tampoco fue la nuestra nacer en una sociedad opulenta. Convendría no olvidar eso, que en nuestros orígenes no ha intervenido nuestra voluntad sino el azar.

Descansa en paz, Moses. Que la tierra te sea más leve de lo que te ha sido la vida.

Pedaleando con los de la Transpyr

Delante: Aitor, Asier Barace, Igor, Javier y José Mª Martín
Detrás: Pello Esnaola e Iñaki Sodupe

Sábado, 23 de junio. Son las nueve de la mañana y aparecemos en la Plaza de Irún los siguientes ciclistas: Igor Zabalbeitia e Iñaki Sodupe haciendo equipo, Pello Esnaola, José Mari Martín, Asier Barace y su padre, es decir, el que suscribe. Más adelante, en Garbera se incorporará Aitor Bellosillo para completar el grupo. Estaban invitados también José Luis Artola, el activo Presidente de la DYA, y Mikel Beristain, el último vencedor de la Subida a Santiagomendi, pero ambos no han podido acudir.

Los dos primeros, Igor e Iñaki, están dando las últimas pedaladas antes de tomar parte en la Transpyr 2012, la travesía en BTT que sale de Rosas (Gerona) y acaba en Hondarribi tras cubrir 820 kms. y 20.300 m. de desnivel. Igor e Iñaki están haciéndose a las máquinas que les ha proporcionado GIANT, con dos platos en lugar de los tres convencionales y ruedas de 29”. Además, van como de Primera Comunión con su equipamiento Etxe Ondo, donado por la propia casa. Por su parte, Pello Esnaola ha salido a rodar y a soltar piernas, pues al día siguiente participa en el Triatlón donostiarra. Mi hijo Asier está como un tiro gracias a sus disciplinadas sesiones de spinning, mientras Aitor y José Mari andan todavía cortos de entrenamiento.

Aitor en Santiagomendi

Comenzamos a pedalear y cruzamos el Parque de Ametsagaina para llegar a Garbera y, ya con Aitor, bajar un poco más adelante hacia Rentería para subir a San Marcos por la pista. Allí arriba es donde nos sacamos la foto del grupo, y allí se nos despide José Mari que opta por ir a un ritmo más tranquilo. Bajamos a Perurena por el monte y subimos hacia Santiagomendi por pista, lo dejamos a un lado y bajamos hasta Ergobia. Nos acercamos a Astigarraga y nos disponemos a subir Santiagomendi desde el pueblo. Pello prefiere volver a casa, pues la subida no le conviene en absoluto para su carrera de mañana.

Pello Esnaola en el Triatlón

Las rampas y paellas de comienzo son muy duras, por encima del 20% de desnivel. Asier se destaca rápido y enseguida le perdemos de vista. Por detrás, se le ve sobrado a Igor, que tiene tiempo de pararse en uno de los repechos duros para sacar unas fotos, mientras Iñaki sube sin querer forzar. Asier llega destacado seguido de Igor, Iñaki, Aitor y yo. Tiene mérito lo de Aitor, que se ha merendado la subida sin apenas entrenamiento. En la ermita nos despedimos y cada uno toma su camino para volver a casa. Ha sido una bonita vuelta que nos ha servido como preparación para el desafío que tenemos el 11 de julio. 

Terminaré señalando que el domingo fuimos a verle a Pello en el triatlón, en el último tramo, el de la carrera de 10 kms. a pie, y que le vimos correr muy bien, con mucha soltura y con un ritmo vivo, aunque su mejor crono lo realizó en la modalidad de natación. Completó las tres pruebas en 2:35:01. ¡Zorionak!

Lo que les une

¿Han visto ustedes alguna vez que PP, PSOE e IU coincidan en algo? No, ¿verdad? Pues aquí tienen la ocasión de comprobar que es posible. Esto ha ocurrido en la Asamblea de Madrid. ¡Ah! Qué reconfortante resulta observar su capacidad para aparcar las discrepancias y ponerse de acuerdo cuando está en juego el interés general.

Tus manos

Gema Torres teje un blog que trata de palabras y de cosas del lenguaje, ¿qué le vas a pedir a una filóloga de vocación? En su último post ha escrito sobre el término mano, incluyendo al final un video de Nacha Guevara cantando un poema de Mario Benedetti que comienza así: "Tus manos son mi caricia, mis acordes cotidianos...".

Como los pactos de no competencia están severamente castigados en la Unión Europea, me veo obligado a competir con este poema, proponiendo este otro de Pablo Neruda que está incluido en su obra "Los Versos del Capitán". Yo creo que no hay color pero, en fin, juzguen ustedes.

Antes, una pequeña aclaración. En su día me gustó "Gracias por el fuego" y, sobre todo, "La tregua", esa pequeña novela del escrito uruguayo que deslumbró a tantos y que no sé si lo haría hoy. Pablo Neruda me ha hecho disfrutar muchísimo con su poesía. Pero hasta ahí llega mi cercanía con uno y con otro. A todos nos irá mejor si a los escritores los juzgamos por lo que han escrito y no por lo que han dicho o han hecho. El síndrome de "San Antonio Machado" deberíamos superarlo. Un escritor puede escribir las más bellas páginas sin ser necesariamente un santo... o un canalla. Casi nunca un modelo.

TUS MANOS

Yo no me descarto

Merlene Ottey, la velocista de origen jamaicano, participará en los Campeonatos de Europa de Atletismo que se celebrarán en Helsinki entre el 27 de junio y el 1 de julio próximos. Ottey formará parte del equipo esloveno –país donde reside desde varios años- de relevos 4X100.

La noticia no tendría nada de particular si Merlene Ottey no tuviera 52 años. No sé cuánto hay de verdad en eso de que la velocidad en atletismo es más propia de los jóvenes, mientras que las carreras de fondo las llevan mejor los atletas curtidos.  A primera vista parece lógico asociar juventud con explosividad y fondo con veteranía, pero Merlene Ottey se ha encargado de desmentir esta regla… o de confirmarla como excepción.

A la Ottey la hemos visto correr en pista cubierta, en el Velódromo de Anoeta, en unos mítines donde también participaban Carl Lewis, Renaldo Nehemiah, Maurice Greene,  Danny Harris, etc., todos ellos atletas de primerísimo nivel. La jamaicana es una velocista con un físico espectacular y con un motor que no le va a la zaga, habiendo logrado acaparar 23 medallas entre Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales. En el ranking mundial de todos los tiempos, Merlene Ottey es la cuarta en 100 metros con 10.74 segundos y tercera en el de 200 metros con 21.64 segundos.

Pero no es la única noticia sobre deporte ni sobre veteranía, porque el jinete japonés Hiroshi Hoketsu, que acaba de cumplir 71 años, se ha clasificado para los Juegos Olímpicos de Londres, aunque existen dudas sobre su participación. Es de esperar que el caballo no será tan longevo.

Según consta, el medallista más viejo en la historia de los JJ.OO. es el tirador sueco Oscar Swahn, que ganó la medalla de plata en Amberes en 1920 a los 72 años. La modalidad, agárrense, era “doble disparo al ciervo móvil por equipos”.

Pues miren, yo con mis 63 años no me descarto. No para la maratón, porque no quisiera parecerme a aquel mongol que en los JJ.OO. de Barcelona, cuando el Rey declaraba clausurados los Juegos en el Estadio de Montjuich, todavía estaba corriendo penosamente por las calles de la ciudad (finalizó en  4h.00’44”, record de Mongolia).

Pero en esto del tiro no me ha ido mal en las casetas de las ferias. Y si me hacen el favor de sujetar un poco al ciervo, hummmm… yo no descartaría una medalla.

Los servicios públicos

Yo defiendo la sanidad y la educación públicas, claro. Y que el coste sea sufragado mediante una política fiscal progresista que redistribuya la riqueza. Perfecto.

Pero no defiendo que la persona de información de un hospital, el enfermero, el celador o la médico tengan que ser necesariamente funcionarios. En realidad, siempre que me atiendan bien, me daría exactamente igual. ¿No se dispensan los medicamentos de forma gratuita a los pensionistas en una farmacia, que es privada? Pues eso.

Pero es que en este país hay una confusión interesada, como si un servicio público solo lo fuera si está atendido por funcionarios. Pues no, el carácter de servicio público no lo marca el tipo de trabajador que lo presta sino el tipo de usuario y las condiciones y derechos del que lo recibe.

Y si una administración transfiere a la empresa privada la tarea de prestar determinados servicios públicos, si supone una mejora del servicio, una disminución de los costes y unas condiciones laborales dignas para los trabajadores, no seré yo quien ponga el grito en el cielo, porque no creo que eso sea una privatización. En mi ciudad, gobernada por gente progresista, ¡qué digo progresista, muy progresista!, los servicios públicos de limpieza o de atención domiciliaria, entre otros, los efectúan empresas privadas. Y las calles no están más mugrientas que en otras ciudades donde la limpieza la realizan funcionarios.

El hombre es la medida de todas las cosas, decía Protágoras. El hombre, no el funcionario.

¿Tecnología? Quita, quita…

Queda todavía gente refractaria a internet, a los tablets, a los ebooks y a todo lo que huela a tecnología. Gente que desdeña la escritura a través de un ordenador o de un correo electrónico, y que se enfurece con el sms, con el whatsapss o con el Twitter, denunciando que ha llegado la ruina del lenguaje y el fin de la literatura.

Naturalmente se equivocan. Quizás un día pasen a mejor vida la prensa escrita o los libros de papel, pero es probable que nunca se haya leído tanto como a día de hoy ni que se haya escrito tanto como ahora. Los datos que aporta la Federación de Editores son reveladores: El porcentaje de lectores frecuentes de libros se ha incrementado desde 2009 en casi cuatro puntos hasta el 45,1%.

Otra cosa es la forma de repartirse la tarta, la porción que va en papel y la que va digitalizada. Según afirma la misma Federación, el sector editorial español publicó en 2011 más de 103.000 títulos (!!!). Y en marzo de este mismo año, uno de cada cuatro libros registrados por la Agencia ISBN (International Standard Book Number) era para formato e-book.

Es decir, se lee mucho, se escribe mucho y se publica una barbaridad, aunque se está produciendo una transferencia del papel al soporte digital. Pero no solo se escriben libros, también se escriben blogs como este. En Bitacoras.com calculan que existen en España alrededor de 1.000.000 de bloggers que atienden 1.400.000 blogs (de nuevo: !!!). ¿Alguna vez en la historia ha habido tal cantidad de personas escribiendo?

Una vez más, la realidad desmiente los malos augurios. Es evidente que tras el desdén hacia la tecnología se esconde el temor –esa cosa tan comprensible- a ser tachados de infopaletos o, peor aún, a comprobar horrorizados que cualquier renacuajo sabe más que nosotros. Pero quizás ni desdén ni temor, todo se deba a que los humanos nacemos también con el chip de la obsolescencia programada.

¡Que venga el Fondo!

El Fondo Monetario Internacional ha propuesto al gobierno español la reducción del sueldo de los funcionarios, el incremento del IVA y la eliminación de la deducción fiscal por la vivienda. Como era de esperar, Rajoy ha dicho que por el momento no es partidario. Yo sí. ¡Y cuanto antes!

Los gobiernos que hemos tenido en los últimos años han demostrado que solo están preparados para gastar. Y encima para gastar mal. El estado del bienestar y el progreso no han sido más que el celofán con que se han envuelto cheques-bebés, aeropuertos, palacios de congresos y demás disparates. ¿Cómo decirles que gobernar no es solo repartir dádivas? Para que sea un estado del bienestar primero tiene que ser estado, fuerte y con las arcas saneadas. Elemental, solo reparte quien tiene. No es cierto que ahora se esté desmantelando el estado del bienestar. Llevan mucho tiempo haciéndolo, desde que comenzaron a gastar a crédito.

Es uno de los problemas que origina estar todo el año en periodo electoral, que les ha aconsejado sustituir el gobierno por el marketing. Nadie quiere tomar las medidas duras, nadie quiere decir la verdad para no asustar al votante. ¿Recuerdan los brotes verdes o aquello de que tenemos el mejor sistema financiero del mundo o que no iban a subir impuestos? La verdad, qué risa. Solo la dicen los locos, algunos niños –cada vez menos- y algún que otro poeta, como Gabriel Celaya cuando escribía que la poesía es un arma cargada de futuro.

No, a mí no me importaría que tomara las medidas económicas alguien que sea responsable, que sepa de qué va la cosa y que no esté afectado por la sangría de votos que le puede suponer aplicarlas, sea el FMI o quien sea. Ya sé que no es lo ideal, pero no me digan que lo es este desastre.

Las (malas y buenas) memorias

Esa costumbre de algunos políticos de escribir sus memorias. Y digo memorias cuando debería decir desmemorias en muchos de los casos. Lo habitual es que no pasen de un ajuste de cuentas con el pasado, más una sanción a lo hecho… por los demás. Excesivo autobombo y escasa autocrítica.

La palma, en lo peor, se la lleva Alfonso Guerra con su libro “Dejando atrás los vientos”, todo un ejercicio de autocomplacencia. Incluso con algún detalle innoble, tan noble él, como el que le dedica a su íntimo enemigo Carlos Solchaga: “…tan contento, que al salir del despacho del Presidente, en la antesala, no atinó a encontrar la puerta y se metió en un armario” (sic). ¡Cuerpo a tierra que vienen los nuestros!

Han sido mucho más convincentes las memorias de José Ramón Recalde “Fe de vida” y los dos tomos de Mario Onaindía “El aventurero cuerdo” y “El precio de la libertad”. No negaré el profundo respeto que le tengo al primero y el aprecio enorme al segundo, con quien coincidí hace tantos años en el Biltzar Ttipia de Euskadiko Ezkerra.

También citaré “Adiós Cataluña” de Albert Boadella, que no es un político profesional pero sí un animal político. Al fundador de Els Joglars le debemos el mejor teatro que se ha representado en España en la última época, y sus ganas de vivir y su humor son inevitablemente contagiosas. No hará falta decir lo que le gusta provocar a Boadella. Yo he disfrutado muchísimo con él, también con su libro.

Sir Winston Churchill

Y me queda lo más importante, las Memorias de Sir Winston Churchill. El que le fuera concedido el Premio Nobel de Literatura no fue casual. Su obra es un tratado de historia imprescindible para comprender la 2ª Guerra Mundial. Churchill denunció la falta de firmeza de su propio Gobierno, la política de apaciguamiento, ante el rearme que estaba propiciando Hitler en Alemania.

Ha pasado a la historia su respuesta al Premier británico Chamberlain cuando en 1938 este volvió a Londres tras haber firmado el Pacto de Munich con Francia, Italia y Alemania. En virtud de este acuerdo, se le permitió a Alemania anexionarse la región de los Sudetes que pertenecía a Checoslovaquia. Nada más aterrizar Neville Chamberlain, manifestó: “Traigo la paz con honor, la paz de nuestro tiempo”. Churchill respondió: “Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra. Habéis elegido el deshonor y, además, tendréis la guerra”. Al año siguiente, tras la invasión de Hitler a Polonia, comenzaba la 2ª Guerra Mundial. 

Los martes, entrenamiento

Las personas que corremos solemos pertenecer a la aristocracia obrera: a la banca, a la medicina, al comercio… o al dolce far niente, como es el caso de un par de jubilados. Es natural: si trabajas ocho horas en el andamio, las únicas zapatillas que te gusta calzarte tras el trabajo son las de casa. Es el caso opuesto de los currantes –es un decir- de cuello blanco, que necesitan consumir las calorías que han salido intactas de sus confortables asientos.   

Bien, a las 15h15' hemos salido los nueve atletas de la foto desde Anoeta hacia Riberas de Loiola, para entrar al Parque de Cristina-enea por la pasarela del río. De allí, hemos seguido hacia el centro y la Concha hasta Lugaritz, donde hemos atravesado el antiguo túnel del topo. Como siempre, ha habido pique para ver quién lo hacía en primer lugar. Se ha impuesto Iñaki Zubimendi, seguido de Pepelu Fonseca, Gorka y el resto del grupo. A la salida nos hemos reagrupado para volver hasta Anoeta tras algo más de una hora de carrera. Una pena que no coincidiéramos con Ainara, la encantadora chica de Boston con la que corrimos el domingo pasado.

De pie: Ion, Gorka, Iñaki, Aitor, Rafa y Javier.
Sentados: Josema, Pepelu y Juan Carlos

La situación de la cuadra atlética es la siguiente: Iñaki es el que está más fino, no en vano está haciendo entrenamientos de carreras de montaña, aunque Pepelu no tardará en estar a su altura. Pepelu es un buen atleta y tiene la virtud de mantenerse en un perfil esquelético, lo que le permite ponerse en forma en poquísimo tiempo. Respecto a los hermanos Busto, Ion atesora la calidad atlética, pero Gorka es el perfecto fondista, el que más tesón tiene y el que sabe sufrir lo que haga falta.

Aitor Bellosillo acusa su reciente paternidad. Aitor fue ciclista aficionado y coincidió con Alberto Contador, Luis León Sánchez y compañía. Tiene una calidad natural que la envidiamos los que carecemos de ella, especialmente el que suscribe. Yo le he visto andar en bici y es buenísimo, y en Anoeta ha hecho alguna carrera de medio fondo espectacular. Rafa Azurza lleva una temporada de mantenimiento, pero Rafa, en forma o no, es el agitador del grupo, el elemento imprescindible en los entrenamientos. Josema Brosa aguanta ritmos elevados sin problemas y prefiere no forzar más, pues su tendón de Aquiles se la tiene jurada, y los atletas sabemos que conviene llevarse bien con él, con el tendón, digo. Last but not least hay que citar la mejora de Juan Carlos Fano, que está siendo fabulosa. Quitarse unos kilos y aumentar el kilometraje han actuado como el bálsamo de Fierabrás.

Ahora me anuncian que el 11 de julio será la despedida de Iñaki Almandoz, que se jubila en la Kutxa, y que previa a la cena se celebrará la II Subida a Santiagomendi. Comenzaremos a afilar los cuchillos. Sabiendo además que el primer puesto está vacante, dada la bajísima forma que atraviesa Mikel Beristain, el anterior ganador. ¿Favoritos? Igor Zabalbeitia, Aitor Bellosillo, Pello Esnaola, Iñaki Zubimendi… Y lo más importante, ¿quiénes prepararán la cena? Yo sugiero que sean José Mari Amundarain y Josema Brosa. Si la cocina fuera disciplina olímpica ambos estarían en Londres. Lo juro.

Antes de ti

Era antes de ti

Cuando un ruido en la noche

o un músculo dolorido

interrumpían abruptamente el sueño

Cuando la mente  

calculaba confusa

lo que restaba aún por amanecer

y no conseguía fabricar una imagen

en la que cobijarse entretanto

ni sugerir siquiera el perfil de un cuerpo querido

Era entonces

en ese vacío

cuando en la boca

percibía el sabor nocturno de la soledad

¡Dios no existe!

Lo contaba Mario Onaindía de un cura que se esforzaba por sacar a los feligreses del sopor de los sermones dominicales. Un día, subió al púlpito y tras un silencio prolongado y una mirada desafiante rugió: “¡Dios no existe!”. Cuando todos los parroquianos se sobresaltaron en el asiento, el cura añadió con voz suave: “… dicen los ateos.” Una vez obtenida la atención del respetable, prosiguió con su perorata dominical para demostrar lo contrario de su primera afirmación.

Es lo que hace a veces la prensa con sus titulares: llamar la atención. Incluso hay novelistas que se fatigan más buscando un título que escribiendo la obra. Yo lo comprendo, claro. Tenemos tanto para leer que solo atendemos a ofertas llamativas. Y luego, las prisas. Y luego, el gusto por el resumen.

En la novela, el autor tiene que atrapar al lector no en el título, pero sí en las primeras líneas. Los 100 días que se dan de tregua a un gobierno, son 100 líneas que se dan a un novelista para que nos retenga (algunos se extienden hasta 30 ó 40 páginas). ¿Quién no queda atrapado en “Cien años de soledad”, en “Lolita” o en “La metamorfosis” tras leer sus comienzos? Fue Vargas Llosa quien declaraba: “¡Qué importante es la primera frase de una novela!”

Conclusión: busque un buen título para un artículo y un buen comienzo para una novela. Luego sí, añada un texto sin menospreciar lo que un sargento me desveló en el servicio militar: “Hay que escribir, Barace, con las tres C: claro, conciso y concreto”. Ya verá, tiene el éxito asegurado.

En recuerdo de Pepe Pedrosa

El pasado 8 de mayo fallecía José Pedrosa Maiztegui a los 79 años de edad. Pepe, pues ese es el nombre con que universalmente era conocido, fue una de las primeras personas que en Gipuzkoa comenzó a trabajar en el mundo de la informática.

Lo hizo en la Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa, junto con otros adelantados como Luis Ugalde, Fernando Elorza, Joaquin Aramburu, Pepito Etxeberria o Juan Munduate. Fue en la prehistoria de la informática –en un departamento que se denominaba “Mecanización”-, antes incluso de que llegase el primer ordenador montado con circuitos integrados, un IBM 360/30 que sustituiría a los viejos procesadores de ferritas.

Le conocí a Pepe Pedrosa poco antes de que yo mismo me incorporase a ese departamento, en 1972, y donde después coincidimos durante más de 20 años. Pepe fue un hombre vital, extrovertido e inmejorable compañero de trabajo, tres características con las que cualquiera le identificaría. Compartió toda su vida con Kontxi, su esposa y compañera tan parecida a él. Fuera de la empresa, sus aficiones se concentraban en la caza de la paloma y en la pesca de la trucha, disciplinas en las que estaba considerado como un experto.


Su carácter abierto y de una excepcional campechanía lo acompañaba con una generosidad sin límites. Por eso, por ser un hombre de bien, será difícil que le olvidemos.

Fotógrafos

La fotografía es la disciplina menos laboriosa de todas las artísticas. De hecho, basta con apretar un botón. No encontrará usted nada que se pueda realizar con menos trabajo, nada que mejore esa relación entre esfuerzo y resultado. Y sin embargo, parece mentira que siendo tan fácil resulte tan complicado.

A qué ocultarlo: siempre he envidiado a los buenos fotógrafos. Esa gente que ve lo mismo que los demás, pero que antes de sacar la cámara ya está creando en su mente ese rectángulo de imágenes que ni usted ni yo sabemos individualizar y separar del resto. Y luego está la técnica, claro. El diafragma, la luz, la velocidad… todo eso que hemos transferido a las cámaras digitales. Pues eso es la fotografía: técnica y sensibilidad, o viceversa.

Foto de Robert Capa

Si en la pintura figurativa hemos visto imágenes a veces irreales o de ficción, la fotografía siempre ha estado vinculada a la realidad: un objetivo solo puede capturar lo que se ve, lo que existe -hasta que llegó el PhotoShop, claro-. Por eso, en el periodismo, la fotografía ha sido el notario de la noticia, la certificación de su autenticidad. Con algún notable fiasco, como la famosísima instantánea de Robert Capa que se convirtió en el retrato de la Guerra Civil española, una foto que recogiendo de forma real la muerte de un miliciano resultó ser una escena simulada, como lo reveló el Profesor de la UPV José Manuel Susperregui en un artículo de enorme interés publicado en el Diario Vasco.

Pero hablaba de envidia, de la que me producen los buenos fotógrafos. Tengo en mi entorno donostiarra a cuatro de ellos que no me resisto a compartir con ustedes. Son Luis Nieto Andía, José Juan Gurruchaga, José Luis García de Madinabeitia y Luis Peralta, este último dedicado especialmente al deporte. Sus fotos las habrán visto en certámenes, calendarios y en la prensa. Los cuatro, además de espléndidos fotógrafos, poseen una característica común: su disposición a compartir con los demás no solo sus fotos, también sus conocimientos. Háganme caso: si les gusta la fotografía –ojo, la buena fotografía- naveguen por Internet y les garantizo que disfrutarán con sus trabajos. Aquí tienen una muestra.

Autor: Luis Nieto Andía

Autor: José Juan Gurruchaga

Autor: Joselu García de Madinabeitia

Autor: Luis Peralta

Afloramiento primaveral

Ha afirmado el Ministro Montoro, sin alterarse, que la norma que acaba de aprobar el Parlamento “no es una amnistía fiscal", sino "un gravamen sobre activos que están ocultos, y cuyo afloramiento será positivo para normalizar la actividad económica en nuestro país”. Y lo sorprendente es que el primer afloramiento no lo haya experimentado el propio Ministro, un afloramiento de súbito rubor, de profundo sonrojo por insultar así nuestra inteligencia.

Los datos que se manejan sobre el fraude fiscal son alarmantes. Se calcula que algo más de un 23% de la economía de nuestro país se encuentra sumergida, esto es, el doble de la media europea. Es una cifra que supone una evasión fiscal anual de más de 50.000 millones de euros, de los que más de un 70% corresponde a las grandes fortunas y a las grandes empresas.

Ante estas cifras, la previsión del Ministro Montoro de recaudar 2.500 millones de euros denota una ambición ridícula. Lo que no acabo de entender es porqué ni el PP ni el PSOE le han hincado el diente al fraude fiscal de una manera más enérgica. Sobre todo porque la política de atraer al defraudador ofreciéndole caramelos se ha demostrado profundamente ineficaz. Pero ahí siguen ambos partidos, confiando en que con buenas palabras el cocodrilo se volverá vegetariano.

Los Técnicos de Hacienda sostienen, yo creo que con razón además de con conocimiento, que la forma más efectiva de combatir el fraude fiscal sería mediante el aumento de plantilla de los Inspectores, cuya cifra proporcional respecto a Europa no llega a la mitad. Es decir, tenemos el doble de fraude y la mitad de inspectores. Blanco y en botella.

Pero el fraude fiscal no solo es una formidable injusticia con todos los contribuyentes, es también una grieta en el armazón del estado democrático. Los estados que mejor funcionan, y no me refiero solo al apartado económico, son aquellos donde el fraude fiscal es mínimo. Piensen en Suecia, Dinamarca o Alemania. En sentido opuesto, los países con mayor fraude son aquellos cuyo estado acaba siendo deficitario, cuando no fallido. ¿Exageración? Les recuerdo el podium de los países defraudadores en Europa: 1º.- Grecia, 2º.- Italia, 3º.- España. ¡Ya es casualidad!

Diez canciones

Diez canciones, sí, entre las últimas que he escuchado. Podían haber sido otras muchas pero hoy han quedado estas. ¿Por qué? Vaya usted a saber. Unas, porque activan un recuerdo; otras, porque lo adormecen; alguna, por la letra; alguna otra, por la música; alguna, por el autor; alguna otra, por el intérprete. ¿Que tengo un gusto discutible? Pues sí, qué le vamos a hacer. Pero a estas alturas de la vida me siento libre hasta para hacer exhibicionismo de mi incultura musical. Aquí van:

·         The final countdown. Europe

·         The power of love. Jennifer Rush

·         Eloise. Barry Ryan

·         Venus y Baco. Zucchero

·         Aitormena. Hertzainak

·         Esta tierra es Aragón. Labordeta

·         Los campanilleros. La Niña de la Puebla

·         Alegrías. Camarón

·         El emigrante. Juanito Valderrama

·         Grândola vila morena. Jose Afonso

El nuevo despotismo

Ahora que muchos municipios quieren cobrar el IBI a la Iglesia, se ha recordado el viejo dicho: “Los españoles siempre han ido detrás de los curas: a veces, con el cirio, a veces con el garrote”. Es una frase perfecta para interpretar el movimiento pendular de una sociedad como la nuestra, esa especie de taoismo rural que se columpia en el ying con el mismo entusiasmo que en el yang.

Miren si no, lo que ocurre con la educación. Hemos pasado del autoritarismo del padre al despotismo… del hijo. De que este no tenga ningún derecho a que no tenga ninguna obligación. Ojalá se tratara al menos de un despotismo ilustrado, pero es que atendiendo al Informe PISA se trataría encima de un despotismo iletrado.

Según el Juez de Menores Emilio Calatayud –en Youtube podrán encontrar fragmentos de sus charlas que son auténticas joyas- una parte creciente de los casos en los Juzgados de Menores se debe a agresiones de los hijos a los padres. A este estado de cosas hemos contribuido todos –y a qué negarlo, yo como el que más- con admirable torpeza. Hemos querido borrar todo vestigio de la sociedad autoritaria de la que procedemos, pero hemos acabado arrinconando cualquier signo de autoridad.

Conozco profesores que –¡ay, por favorecer la igualdad!- fueron firmes partidarios de suprimir la tarima que les elevaba de los alumnos, pero que hoy pagarían gustosos de su bolsillo el coste de instalar un foso con caimanes que les mantuvieran aislados de los angelitos.

El filósofo José Antonio Marina afirma que para educar a un niño hace falta la tribu entera. Un imposible, porque la tribu hace tiempo que dimitió de tal obligación. Dimitió primero el padre, para convertirse en el amigo y en el defensor de su hijo; dimitió luego el profesor, por no verse respaldado por el padre; y finalmente dimitió la tribu, porque llamar la atención a un gamberro era buscarse una bronca con su padre.

Nuestros representantes políticos tampoco es que lo hayan hecho mejor. Siguen legislando en materia de menores más por lo que pide la peña que por la razón. Y de su absoluta falta de criterio puede dar fe el hecho de que una menor no pueda comprar una cajetilla de tabaco… pero pueda abortar por su propia voluntad.

Se le atribuye a Platón la siguiente frase: “Dos excesos deben evitarse en la educación de la juventud; demasiada severidad, y demasiada dulzura". Como si nos conociera.

De vuelta

Como decíamos ayer, el domingo 27 de mayo se celebró la V Carrera de Empresas en Donostia, organizada por ADEGI. El día se vistió de gala y el entorno del Kursaal pronto adquirió el colorido y el movimiento que precede a cualquier carrera multitudinaria.

El equipo Apalategi
con Olatz, a la derecha 

  

Además de conversar con Iñaki Altuna, Yosu Mujika, Igor Ayerbe, Lander, Karmele Mitxelena, Juan Carlos Fano y demás compañeros, y hacernos una foto con los 14 equipos que presentaba la Kutxa, tuvimos ocasión de cruzarnos con Ramón Lertxundi, con la camiseta azul del Oncológico,  que venía de calentar con Raúl Navas, de Bunt Planet; también saludé a Olatz Bernad, con su inseparable sonrisa y que luego haría una buenísima prueba con sus co-equipiers de Apalategi; al gran fotógrafo y exatleta Luis Peralta, que madrugó con su cámara para obsequiarnos a la mayoría de participantes con las fotos que nos sacó en el Paseo de los Curas y que las tiene disponibles en su web; a Karmele Barace y su novio Adrián; a Angel Castrillo, uno de los organizadores de la prueba, y a tantos otros cuya sola cita sería interminable.

Carlos, Iñigo, Javier e Iñaki

Ya comenté que ante la baja de Asier Barace y de José Luis Zubiaurre nuestro equipo había fichado al exciclista Iñigo Chaurreau y a Carlos Hernando. Este último estaba entrenado pero Iñigo se presentó tras haber corrido 10 kms… en un año!! Pues bien, pese a ello hicimos una carrera preciosa. Chaurre realizó toda una exhibición de capacidad física y nos llevó a un ritmo con el que finalizamos en 32’07”, ocupando el 24º lugar entre los 247 equipos clasificados. Si Chaurre y Carlos cumplieron, Iñaki Zubimendi desplegó su buen estado de forma ejerciendo de liebre con autoridad.

No conseguimos dar caza al primer equipo de la Kutxa, pero no descartamos hacerlo en la próxima edición, de lo que quedan seriamente advertidos Lander, Gabriel, Xabier y Eneko Zabalza.

Ramón Lerchundi, en el
centro y de azul, en Urgull

La carrera constituyó un éxito de participación, con más de mil atletas en la línea de salida y con muchísimos espectadores animando a los equipos, entre los que pude distinguir a Jon Ander Arzallus, el Director de Innovación de Gureak, José Mari Amundarain, Javier Balerdi, Juan Mari Sedano, Mari Carmen Lorente, Marisa, Pili y Jesús Mari Barace. No faltó tampoco la asistencia de los chicos y chicas de la DYA, atentos a cualquier incidente que pudiera producirse.

Eso sí, quienes fallaron fueron los chicos de Osakidetza que antes entrenaban con nosotros. Mira que pueden sacar un equipo apañadito como para librarse de los últimos lugares pero Gorka Arenaza, Mikel Beristain, Gorka Busto y Pello Esnaola están ya muy mayores para estas (carreras de) empresas.

Y, en fin, aquí concluye esta crónica mucho más social que deportiva.