Los danzantes en Muskilda (Diario Navarra) |
Las fiestas de Ochagavía se celebran el 8 de
septiembre. Una fecha deseada y temida. Deseada, pues las fiestas suponían más
gramos de comida y de permisividad, más propinas, música y danzantes. Por la
mañana se subía a la ermita de Muskilda, los chavales corriendo, sorteando los
arbustos de boj de los alcorces y espantando algunas cabras, y a las noches nos
extasiábamos con los fuegos artificiales: unas ruedas de petardos que giraban
sujetas a un poste hasta consumirse y que llenaban el pueblo de chispas, de
ruido, de humo y del inconfundible olor a pólvora. Era un paréntesis, una
ruptura pactada con la austeridad del resto del año. Pero también una fecha
temida, decía, porque significaba que el verano tocaba a su fin.
Unos días después madrugaría de forma
inusual –antes de las siete de la mañana- para coger la Salacenca y volver a
San Sebastián. Y a esa hora, mientras el pueblo comenzaba a desperezarse, yo me
acurrucaba en el asiento del autobús preso de una enorme sensación de soledad.
Me sentía arrancado por la fuerza de mi hábitat, separado por fuerza de mis
amigos, de mi bicicleta y del trozo del río donde nadábamos. Echar cuentas de
los meses que me quedaban para volver, era hundirme en la desesperación. San
Sebastián me parecía una ciudad prescindible, inhóspita. Por fin, el autobús
arrancaba y atravesaba el pueblo a poca velocidad. Cuando cruzaba el puente de
San Martín y comenzaba a acelerar, justo donde se forma el río Salazar, yo
volvía invariablemente la cabeza para ver encogerse las casas del pueblo.
Cuando las perdía de vista, al
pasar junto al cementerio, no me veía con fuerzas de sobrevivir hasta junio del
siguiente año. Había dejado el verano en Ochagavía y, unos pocos kilómetros
después, sentía que el otoño había irrumpido en mi ánimo de forma demasiado
súbita, dejándome desarbolado.
¡Sabía yo que la Virgen de Muskilda iba a aparecer!
ResponderEliminarComo dice Bittor, entrañable.
A la Virgen de Muskilda se le canta esta canción, tan apreciada por mi amigo Rafa Azurza:
ResponderEliminarMontañas de Salazar
campos de valor y fe
dadme nuevas de mi Madre
la Madre que tanto amé.
Ella en mi niñez
mi cuna meció
por eso desde niño
siempre la quise yo.
Es la Virgen de Muskilda
mi consuelo en el penar
es el amor de mi alma
desde que yo supe amar...
Hola¡ tienes la partitura de montañas de Salazar?
ResponderEliminarNo, no la tengo.
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