El Fondo Monetario Internacional ha
propuesto al gobierno español la reducción del sueldo de los funcionarios, el
incremento del IVA y la eliminación de la deducción fiscal por la vivienda.
Como era de esperar, Rajoy ha dicho que por el momento no es partidario. Yo sí.
¡Y cuanto antes!
Los gobiernos que
hemos tenido en los últimos años han demostrado que solo están preparados para
gastar. Y encima para gastar mal. El estado del bienestar y el progreso no han sido más que el celofán con que
se han envuelto cheques-bebés, aeropuertos, palacios de congresos y demás
disparates. ¿Cómo decirles que gobernar no es solo repartir dádivas? Para que sea
un estado del bienestar primero tiene que ser estado, fuerte y con las arcas
saneadas. Elemental, solo reparte quien tiene. No es cierto que ahora se esté
desmantelando el estado del bienestar. Llevan mucho tiempo haciéndolo, desde
que comenzaron a gastar a crédito.
Es uno de los
problemas que origina estar todo el año en periodo electoral, que les ha aconsejado
sustituir el gobierno por el marketing. Nadie quiere tomar las medidas duras,
nadie quiere decir la verdad para no asustar al votante. ¿Recuerdan los brotes verdes o aquello de que
tenemos el mejor sistema financiero del mundo o que no iban a subir impuestos?
La verdad, qué risa. Solo la dicen los locos, algunos niños –cada vez menos- y
algún que otro poeta, como Gabriel Celaya cuando escribía que la poesía es un
arma cargada de futuro.
No, a mí no me importaría que tomara las medidas
económicas alguien que sea responsable, que sepa de qué va la cosa y que no
esté afectado por la sangría de votos que le puede suponer aplicarlas, sea el
FMI o quien sea. Ya sé que no es lo ideal, pero no me digan que lo es este
desastre.
Javier, tu te salvarás porque veo que crees en Dios.
ResponderEliminarMaitasunez. Isabel
Hummmmm... Ojalá creyera, Isabel, pero me pilla ya un poco mayor. Un abrazo. Javier B.
Eliminar¡Hola! Javier,
ResponderEliminarHacía días que no entraba en tu blog y hay que ver lo que me estaba perdiendo.
Decía mi difunto abuelo que 'más vale una vez rojo que ciento colorao (amarillo)'. Justo eso - bueno, en realidad es lo contrario- es lo que nos está pasando a nosotros.
No sé de donde puede venir la solución y cada vez creo menos en que venga de nuestros políticos.
Tal como están las cosas, a falta de estadistas (mencionas en alguno de tus posts a Churchill) ¿quién, aparte de nosotros mismos, cada uno en su área de influencia, puede sacarnos de ésta?
Hola Gabriel:
EliminarHay una estrofa de la Internacional que dice algo parecido: "Ni en dioses, reyes ni tribunos, está el supremo salvador. Nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor." La pena es que los chicos del coro que interpretaban con fervor este himno por el este de Europa, no han construido precisamente un ejemplo a seguir.
Más allá de tecnicismo macroeconómicos, hay una opinión de Nicolás Sartorius interesante. El Estado siempre ha tenido como acreedores a los ciudadanos. Cuando se van reduciendo impuestos, de ciudadanos y empresas, va disminuyendo el peso de los acreedores y se va sustituyendo con el incremento de la deuda... hasta que el sistema explota. ¿Solución? Solo hay una si se quieren mantener las prestaciones y los servicios sociales: subir los impuestos.
Tiene su lógica, no?
Saludos, Gabriel, y ya ves que no te has perdido nada.
Javier B.