martes, 5 de febrero de 2013

Pero... ¿alguno no se dopaba?


Estamos asistiendo al deplorable serial denominado Operación Puerto, con Eufemiano Fuentes de gran protagonista. Incluso se permite sobreactuar: todos los focos y la atención mediática para él, sabiendo además que se va a ir de rositas. De rositas, sí. En el 2006 no existía en España legislación antidopaje y sólo puede ser acusado por un delito contra la salud pública, que en el peor de los casos le supondrá una pena de dos años, insuficiente para ingresar en prisión.

El ciclista danés Michael Rasmussen
Las investigaciones que efectuó la Guardia Civil en su día se referían a deportistas de varias disciplinas, aunque al final se concretaron en el ciclismo. Nada menos que 58 ciclistas fueron detectados como clientes de esta trama de dopaje.

De reinar un silencio sepulcral sobre el doping en el ciclismo, hemos pasado a la necesidad de coger ticket para la cola del confesionario. No hace mucho fueron Georges Hincapie y Michael Berry, luego fue Armstrong, ahora es Rasmussen quien ha confesado que se dopó durante 12 años. También acaban de hacerlo Thomas Dekker y el alemán Grischa Niermann. No tardará en aparecer el siguiente. 

Una pregunta queda en el aire, ¿quién no se dopaba en el ciclismo? Y lo pregunto, porque de haberlo, algo habrá que hacer con él. Si está vivo, pasearlo por ciudades y pueblos para que la gente se acerque y le toque. Y si ha fallecido, conservarlo en una urna cual si fuera el brazo incorrupto de Santa Teresa.

La Operación Puerto, decía. ¡Juzgando un caso que se produjo hace siete años!. Es el termómetro de nuestra actitud frente al dopaje. No es de extrañar que otros países duden de la firmeza española frente a esta lacra. La justicia, tardía; la política, haciendo la ola (recuerden a Zapatero y Rajoy defendiendo la inocencia de Alberto Contador); la sociedad, exculpando siempre al que ha dado positivo (¿hace falta recordar el caso de Astarloza y tantos otros?); y el periodismo, escandalizándose cada vez que los franceses ironizaban sobre la limpieza de nuestro deporte. ¡Nos tienen envidia! rugían indignados. Ya.

Un periodismo especializado que jamás ha destapado un caso de dopaje. ¡Qué digo destapar! Lo que han hecho ha sido sembrar dudas sobre muchos de los positivos que se han producido y, algunos, dar escaso crédito a Jesús Manzano, el primer ciclista que desveló las prácticas fraudulentas. Y digo yo que algo maliciarían, ¿no?, después de que docenas y docenas de ciclistas hayan dado positivo en los controles un año sí y otro también. Pues no, silencio.


1 comentario:

  1. Una pena. Para todos, pero más para los que disfrutamos del ciclismo cogiendo la bici en cuanto podemos, machacándonos haciendo spinning cuando llueve, o mirando ansiosos el reloj en el trabajo deseando que den las 3 para llegar pronto a casa y poder seguir en directo una etapa del tour o de la vuelta. Siempre nos quedará la duda si el botellín del que bebe el ganador, lleva algo más que agua con un poco de isostar...

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