lunes, 18 de junio de 2012

¡Que venga el Fondo!


El Fondo Monetario Internacional ha propuesto al gobierno español la reducción del sueldo de los funcionarios, el incremento del IVA y la eliminación de la deducción fiscal por la vivienda. Como era de esperar, Rajoy ha dicho que por el momento no es partidario. Yo sí. ¡Y cuanto antes!

Los gobiernos que hemos tenido en los últimos años han demostrado que solo están preparados para gastar. Y encima para gastar mal. El estado del bienestar y el progreso no han sido más que el celofán con que se han envuelto cheques-bebés, aeropuertos, palacios de congresos y demás disparates. ¿Cómo decirles que gobernar no es solo repartir dádivas? Para que sea un estado del bienestar primero tiene que ser estado, fuerte y con las arcas saneadas. Elemental, solo reparte quien tiene. No es cierto que ahora se esté desmantelando el estado del bienestar. Llevan mucho tiempo haciéndolo, desde que comenzaron a gastar a crédito.

Es uno de los problemas que origina estar todo el año en periodo electoral, que les ha aconsejado sustituir el gobierno por el marketing. Nadie quiere tomar las medidas duras, nadie quiere decir la verdad para no asustar al votante. ¿Recuerdan los brotes verdes o aquello de que tenemos el mejor sistema financiero del mundo o que no iban a subir impuestos? La verdad, qué risa. Solo la dicen los locos, algunos niños –cada vez menos- y algún que otro poeta, como Gabriel Celaya cuando escribía que la poesía es un arma cargada de futuro.

No, a mí no me importaría que tomara las medidas económicas alguien que sea responsable, que sepa de qué va la cosa y que no esté afectado por la sangría de votos que le puede suponer aplicarlas, sea el FMI o quien sea. Ya sé que no es lo ideal, pero no me digan que lo es este desastre.


4 comentarios:

  1. Javier, tu te salvarás porque veo que crees en Dios.
    Maitasunez. Isabel

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    1. Hummmmm... Ojalá creyera, Isabel, pero me pilla ya un poco mayor. Un abrazo. Javier B.

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  2. ¡Hola! Javier,

    Hacía días que no entraba en tu blog y hay que ver lo que me estaba perdiendo.

    Decía mi difunto abuelo que 'más vale una vez rojo que ciento colorao (amarillo)'. Justo eso - bueno, en realidad es lo contrario- es lo que nos está pasando a nosotros.

    No sé de donde puede venir la solución y cada vez creo menos en que venga de nuestros políticos.

    Tal como están las cosas, a falta de estadistas (mencionas en alguno de tus posts a Churchill) ¿quién, aparte de nosotros mismos, cada uno en su área de influencia, puede sacarnos de ésta?

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    1. Hola Gabriel:

      Hay una estrofa de la Internacional que dice algo parecido: "Ni en dioses, reyes ni tribunos, está el supremo salvador. Nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor." La pena es que los chicos del coro que interpretaban con fervor este himno por el este de Europa, no han construido precisamente un ejemplo a seguir.

      Más allá de tecnicismo macroeconómicos, hay una opinión de Nicolás Sartorius interesante. El Estado siempre ha tenido como acreedores a los ciudadanos. Cuando se van reduciendo impuestos, de ciudadanos y empresas, va disminuyendo el peso de los acreedores y se va sustituyendo con el incremento de la deuda... hasta que el sistema explota. ¿Solución? Solo hay una si se quieren mantener las prestaciones y los servicios sociales: subir los impuestos.

      Tiene su lógica, no?

      Saludos, Gabriel, y ya ves que no te has perdido nada.
      Javier B.

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