Podemos sentirnos
afortunados de que Martín Garitano sea el Diputado General de Gipuzkoa. Esto ha
dicho: “Estoy a favor de abrir una
reflexión sobre la arquitectura institucional del conjunto de Euskal Herria,
pero hagamos primero un país y diseñemos después su arquitectura institucional,
no al revés”.
Piensen en un
momento no en ese imposible como es hacer un país sin instituciones, sino en el
riesgo de que Garitano se hubiese dedicado a la construcción de edificios con esas
ideas. Primero hacemos la casa, luego decidimos su arquitectura. Lo dicho,
afortunados.
Pero en fin, esta
solo es una anécdota de la entrevista que publica El País este pasado fin de
semana y que no tiene desperdicio. Garitano ignora si la bandera española ondea
en el edificio de la
Diputación “porque no ha subido al tejado”. Y no oculta que “excarcelaría
a todos los presos mañana mismo”.
Observen la foto de El País donde se puede ver la mesa del despacho del Diputado
General, con su cajetilla de tabaco y su cenicero con colillas. Lo que está
prohibido en todos los centros de trabajo no afecta al Diputado General.
Él puede saltarse la ley a la torera –pese a ser quien primero debe
cumplirla y hacerla cumplir-, pero usted o yo no. Deje usted de pagar sus
impuestos o aparque su vehículo en el reservado del Diputado General y verá
cuánto tardan los mandados de Garitano en llevarle de las orejas.
La ley no es
igual para todos, se queja el personal señalando la monarquía. Pero no
tenemos que llegarnos hasta La
Zarzuela para demostrarlo, basta con acercarnos a la Diputación de Gipuzkoa.
Sigues siendo muy agudo.Lo del tabaco puede parecer una anécdota, sin embargo, es sintomático. Recordamos todos a aquel que dijo la calle es mía,¿verdad?, en este caso sería la Ley soy yo. Cosas veredes, amigo Sancho.
ResponderEliminarNo podía estar más de acuerdo con el diagnóstico, "con remilgos legales me vana venir a mí" parece retar nuestro ilustre poteador desde su soleado despacho. Diríase incluso que el paquete y el cenicero están deliberadamente colocados ahí en primer plano a modo de desplante, casi amenaza.
ResponderEliminarA riesgo de llevarme por delante al político honesto (que los hay), me gustaría comentar que no creo que diste mucho la actuación de este respecto a otros de diferente color.
ResponderEliminarQue tire la primera piedra el partido que esté libre de culpa.