Les propongo una
película: “Las nieves del Kilimanjaro”, del realizador francés Robert Guédiguian. Imágenes cotidianas
-¿hay algo más cotidiano hoy que un despido colectivo?-, personajes de la calle
tan comunes y tan anónimos como usted o como yo, sucesos habituales en
cualquier ciudad, contradicciones morales reconocibles, diferencias
generacionales archisabidas… Y de este cóctel tan vulgar surge una hermosa película, intensa, emotiva, donde se refleja lo que ya sabemos: que la necesidad puede
abocar al delito pero también es capaz de provocar la generosidad de mucha
gente. ¿Es solo una impresión o es una certeza que la solidaridad florece mejor en la modestia que en la abundancia?
Ah! Y una
película que ningún sindicalista se debería perder.
Oído cocina.
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