La tierra verde se ha entregadoa todo lo amarillo, oro, cosechas,
terrones, hojas, grano,
pero cuando el otoño se levanta
con su estandarte extenso
eres tú la que veo...
Pablo Neruda
El otoño pone color a la
melancolía y nos advierte de que el árbol de la vida pertenece a una variedad
caduca. Pero todavía tenemos tiempo, todavía podemos levantar la mirada y
caminar erguidos apartando el hastío. Podemos ser mejores, podemos ser
soberanos de nuestra vida mientras la salud, nadie más, no nos lo impida.
Nuestro destino gobernado por la voluntad, no por la rutina, no por la desidia,
no por el cansancio. Sentir la ansiedad por ver de nuevo a la persona amada,
saber que el invierno será menos frío gracias a ella, recordar, en fin, que el
amor puede salvarnos.
El otoño va tiñendo el
horizonte con su paleta de ocres y nos tienta a refugiarnos en la nostalgia, en
el recuerdo primaveral. Pero siempre tendremos más futuro que pasado por
vivir. ¿Qué es el mejor recuerdo, sino una fugaz satisfacción?
El otoño es para vivirlo, para
sentirlo, para olerlo, para aspirarlo con fuerza. Para mostrarnos como somos:
débiles, imperfectos, temerosos... pero decentes.
Bueno pues aunque sea Otoño no es malo para recorrer y admirar la BELLEZA de los bosques de Iraty y de la acogedora OCHAGAVIA; no esta mal la reflexión pero a mi la poesia me produce melancolía y "tristura" y prefiero un poco de corderico aunque sea en chilindrón con un Riscal o un Viña Magaña, y si es rodeado de mi 5 y 1/2 niet@s incluso dos de ellos navarros mejor.
ResponderEliminarNo tengo arreglo, pero como dijo el filosofo que hoy tanto se invoca por algunos: " primum vivere, deinde philosophare"
Hummm... Irati y Ochagavía. Dos palabras para resumir la palabra melancolía. Lo del corderico al chilindrón, te diré lo que afirmaba un buen compañero nuestro: "De gustibus et coloribus non disputandum".Aunque tampoco es mala idea lo del chilindrón. Bien organizado, podría convertirse si no en negocio, sí en una forma de redondear los ingresos.
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