El Parque de Aiete y el Palacio. Acuarela de Mikel Quintana |
El donostiarra Parque de Aiete
es un lujo para los paseantes y para los korrikalaris. Sus 80.000 metros
cuadrados albergan un palacio neoclásico construido a
finales del siglo XIX, un estanque con unos jardines en cuyo diseño intervino
Pierre Ducasse, un espeso arbolado con una enorme variedad de especies, y
sendas que lo recorren en toda su extensión.
Correr en verano por sus
veredas de gravilla, serpenteantes y sombreadas, es un entrenamiento especial, lo
opuesto a la monotonía de lo recorridos conocidos y a las series en pista –tan cronometradas,
tan repetidas, tan aburridas…-. La gravilla te obliga a impulsar, en algunas de
las cerradas curvas deberás frenar, acelerando en la salida, y en las cuestas tendrás
que acomodar tu ritmo a la pendiente. Es un recorrido exigente, pero con todas
las ventajas de correr en un entorno de naturaleza exuberante y de una belleza
excepcional.
El martes, Ion y Gorka Busto,
Rafa Azurza, Pepelu Fonseca, Igor Zabalbeitia, Josema Brosa y yo, nos acercamos
para realizar una sesión de fartlek. Es esta una modalidad de entrenamiento de
origen sueco que persigue la mejora de la resistencia del atleta. Los entornos
naturales son los más adecuados para ejercitarlo, que consiste en correr en
carrera continua alternando ejercicios aeróbicos y anaeróbicos, es decir,
efectuando cambios de ritmo.
De Anoeta al Parque fuimos en
plan de calentamiento (15 minutos). Una vez allí, el entrenamiento consistió en
el siguiente trabajo: 6 minutos a ritmo rápido, 3 minutos a ritmo lento; 4’ rápido, 3’ lento; 3’ rápido, 2’ lento; 4’ rápido, 3’ lento, haciendo un último
tramo rápido de 2 minutos. Después, vuelta a Anoeta trotando, estiramientos… y
a la ducha.
El Palacio al fondo. Mikel Quintana |
Es un entrenamiento duro, pues
los caminos del Parque tienen también sus tramos de subida donde, además,
procurábamos hacer coincidir los ritmos rápidos. Pero una vez terminada la
sesión y recuperado el resuello, el chute de endorfinas nos hizo flotar en una
nube de satisfacción. Gorka Busto, secundado por Igor Zabalbeitia, es el que
mejor anda del grupo. Ha ido perdiendo peso a medida que mejoraba sus
prestaciones y hoy es el macho alfa de la pequeña manada atlética, como quedó
patente en el Parque.
Muchas gracias, Javier, por poner mis 'fotos'.
ResponderEliminarBuena carrera.