viernes, 5 de octubre de 2012

Fartlek en el Parque de Aiete

El Parque de Aiete y el Palacio.
Acuarela de Mikel Quintana

El donostiarra Parque de Aiete es un lujo para los paseantes y para los korrikalaris.  Sus 80.000 metros cuadrados albergan un palacio neoclásico construido a finales del siglo XIX, un estanque con unos jardines en cuyo diseño intervino Pierre Ducasse, un espeso arbolado con una enorme variedad de especies, y sendas que lo recorren en toda su extensión.

Correr en verano por sus veredas de gravilla, serpenteantes y sombreadas, es un entrenamiento especial, lo opuesto a la monotonía de lo recorridos conocidos y a las series en pista –tan cronometradas, tan repetidas, tan aburridas…-. La gravilla te obliga a impulsar, en algunas de las cerradas curvas deberás frenar, acelerando en la salida, y en las cuestas tendrás que acomodar tu ritmo a la pendiente. Es un recorrido exigente, pero con todas las ventajas de correr en un entorno de naturaleza exuberante y de una belleza excepcional.

El martes, Ion y Gorka Busto, Rafa Azurza, Pepelu Fonseca, Igor Zabalbeitia, Josema Brosa y yo, nos acercamos para realizar una sesión de fartlek. Es esta una modalidad de entrenamiento de origen sueco que persigue la mejora de la resistencia del atleta. Los entornos naturales son los más adecuados para ejercitarlo, que consiste en correr en carrera continua alternando ejercicios aeróbicos y anaeróbicos, es decir, efectuando cambios de ritmo.

De Anoeta al Parque fuimos en plan de calentamiento (15 minutos). Una vez allí, el entrenamiento consistió en el siguiente trabajo: 6 minutos a ritmo rápido, 3 minutos a ritmo lento; 4’ rápido, 3’ lento; 3’ rápido, 2’ lento; 4’ rápido, 3’ lento, haciendo un último tramo rápido de 2 minutos. Después, vuelta a Anoeta trotando, estiramientos… y a la ducha.

El Palacio al fondo. Mikel Quintana
Es un entrenamiento duro, pues los caminos del Parque tienen también sus tramos de subida donde, además, procurábamos hacer coincidir los ritmos rápidos. Pero una vez terminada la sesión y recuperado el resuello, el chute de endorfinas nos hizo flotar en una nube de satisfacción. Gorka Busto, secundado por Igor Zabalbeitia, es el que mejor anda del grupo. Ha ido perdiendo peso a medida que mejoraba sus prestaciones y hoy es el macho alfa de la pequeña manada atlética, como quedó patente en el Parque.


1 comentario: