martes, 16 de octubre de 2012

Ojalá volviera


De Felipe González hablo. A pesar de la campechana soberbia con la que se suele despachar; a pesar de la corrupción que se desató durante su etapa presidencial; a pesar de Roldán y del escándalo del Banco de España, y el de los GAL… A pesar de todo, yo le volvería a poner de Presidente del Gobierno.

Y solo por una razón: por su formidable capacidad de comunicación. Y es que este país necesita crédito, probablemente el rescate de Europa, necesita crear empleo, necesita políticas de crecimiento… pero lo que más necesita es que alguien con un mínimo de autoridad hable alto y claro. Ya veremos si le creemos o no, pero al menos que haga el esfuerzo de explicarse-explicarnos.

Le vi el otro día en una programa de la Sexta y en diez minutos sentenció el partido. Bastaron esos diez minutos para que se fueran desdibujando Rajoy, Rubalcaba, Mas, Patxi López y la Cospedal a un tiempo. Diez minutos en los que cualquiera de estos habría conseguido aburrirnos, pero en los que Felipe González mantuvo a los espectadores sin pestañear.

Yo nunca he sido palmero de su coro pero ya ven, no sé si será cosa de la edad –de la suya o de la mía- pero si me dicen dónde hay que firmar para que vuelva, voy de inmediato. Y eso que no me olvido de aquello que le atribuía Paco Umbral: "la conmovedora sinceridad con que miente". Pese a todo, decía, firmo.


1 comentario:

  1. Los políticos no necesariamente tienen que decir siempre la verdad, deben escoger muy bien sus mentiras y ser capaces de comunicar, despertando el interés de los cuidadanos. De los que yo conozco, quizá FG sea el único capaz de hacerlo.

    ResponderEliminar