lunes, 15 de octubre de 2012

Los exentos


Contra todo pronóstico, en el mundo del fútbol se asoman algunas migajas, pocas, de sentido común. Vean estas palabras dirigidas a los futbolistas del Athletic de Bilbao: ”Aparte también tengan conciencia de que son muy jóvenes, son muy jóvenes, son millonarios prematuros, no tienen problemas, no les importa mayormente lo que va a pasar, porque todo el mundo tiene resuelto lo que va a pasar. Se permiten reírse...”.

Marcelo Bielsa
Sorprenden un poco las palabras y un mucho su difusión. Porque esto último es lo que subraya su carácter de excepción. Que un entrenador como el argentino Bielsa tenga un arrebato de sentido común y reproche a sus jugadores una actitud deportiva fraudulenta, se ha convertido en el notición de la semana y en el reflejo de la calidad moral que envuelve al mundo del fútbol. Un buen termómetro para medir hasta dónde ha subido el endiosamiento de unos chicos que se dedican a dar patadas a un balón, con el aplauso acrítico de la afición.

Un país que exige justicia contra todos, ricos, banqueros, políticos, sindicalistas… un país repleto de indignados, de parados, de 15-M, de 25-S, un país que sin embargo se rinde ante los malabares muchachos. Nadie les exige nada, ni siquiera que se apeen de tanta ostentación. Y ellos disfrutan con largueza de esa exención moral, social… y mucho me temo que hasta fiscal.

Ah, Bielsa, un apunte para vos: no han decepcionado “al pueblo”, salvo que yo haya dejado de serlo –que tampoco me importaría mucho, la verdad-. Estaba ya muy decepcionado de los futbolistas, de los entrenadores y del respeto reverencial que les tiene esta sociedad. Lo que no quita para que me parezca de perlas su sermón del vestuario. ¿Vos me comprendés?


2 comentarios:

  1. Los futbolistas son "el dios" que nos queda, que les queda, mejor dicho. Nada contra los sueldos inmorales, nada contra los clubes que no pagan a la seguridad social o los impuestos; echemos a las familias a la calle, total no le importan a nadie...

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  2. Los futbolistas ganan millones, viven como reyes con el beneplácito de todo el mundo y es verdad que los aficionados tenemos la culpa por ir al estadio domingo tras domingo.

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