lunes, 17 de diciembre de 2012

El regreso de Kevin


Veintisiete personas, entre ellos veinte niños, han sido asesinadas en un colegio de Newton (Connecticut) por Adam Lanza, un joven de 20 años que comenzó la criba asesinando a su propia madre.

Enseguida ha surgido la polémica sobre las armas de fuego, y no sería de extrañar que Michael Moore nos aburriera con otro documental tipo "Bowling for Colombine", para demostrar la afición de muchos progres, y sobre todo del propio Moore, a ejercer de Ministro del Interior. 

Lo que se preguntan los norteamericanos es por los motivos que han podido impulsar a este muchacho a perpetrar un crimen tan salvaje. Naturalmente, psicólogos y psiquiatras son los preferidos de los medios. Lástima que les pase como a los economistas, que rara vez previenen pero que son expertos en explicar los motivos por los que ocurrió lo que ni ellos mismo se imaginaron.

Yo les aconsejaría la lectura de la novela “Tenemos que hablar de Kevin”, de Lionel Shriver. Una obra de la que se realizó un soberbio largometraje dirigido por Lynne Ramsay, con Tilda Swinton de protagonista. Es una inquietante historia de ficción pero que cuenta con excepcional realismo el problemático crecimiento de un niño que acabará ejecutando un crimen similar al de Connecticut.

Hay ocasiones en que la ficción nos ofrece las claves para interpretar la realidad. Esta es una de ellas.



5 comentarios:

  1. Cuando algo tan terrible como incomprensible sucede, como en este caso, necesitamos poner una barrera entre el monstruo y nosotros mismos y buscamos explicaciones que nos distancien, una enfermedad mental a menudo sirve...
    Aunque solo sirva para estigmatizar y marginar un poco más a los verdaderos enfermos mentales, los que ya están diagnosticados y medicados y en la inmensa mayoría de los casos, son totalmente inofensivos.

    ResponderEliminar
  2. Es una reflexión muy interesante: la enfermedad mental como sinónimo de maldad. Cuando no es sinónimo de nada, sino de enfermedad.

    ResponderEliminar
  3. Comparto, absolutamente, el comentario de Gemma. Pero también el artículo tuyo, al completo; No he leído ese libro, pero estoy de acuerdo en criticar ese fariseismo imperante de los medios cada vez que ocurre una tragedia de ese calibre. Y lo mismo da que ahora el asunto sea este crimen, otras veces los suicidios por los desalojos, o los crímenes sexistas.
    Le dan un millon de vueltas mientras piensan que hay sensibilidad social, para abandonar definitivamente el asunto cuando pasa de moda... y a otra cosa, mariposa.

    ¡Felices fiestas, Javier y Gemma!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Mikel. Te he dejado algún mensaje en Facebook pero aprovecho este espacio para reiterarte mis mejores deseos para el 2013 y, entre ellos, que nos sigas haciendo disfrutar con tus acuarelas y tus reflexiones. Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  4. Un artículo de Elvira Lindo que abunda en estas opiniones: http://elpais.com/elpais/2012/12/18/opinion/1355831430_681272.html

    ResponderEliminar