lunes, 3 de diciembre de 2012

Así que pasen 30 años

El recordado Juan Mari Bandrés

Ahora se cumplen 30 años de la formación del primer gobierno socialista de la democracia. Las elecciones del 28 de octubre de 1982 le dieron la mayoría absoluta con 202 escaños, lo que permitió que gobernara la izquierda por primera vez desde 1936. La derecha pasaba a los bancos de la oposición en el Congreso de los Diputados e iniciaba una larga marcha por el desierto hasta que volvió a ocupar el gobierno en mayo de 1996.

Los socialistas se iniciaron en el marketing político con la promesa de la creación de 800.000 puestos de trabajo, promesa que no pudieron cumplir, y con un rocambolesco sí a la OTAN tras una campaña que proponía "De entrada, no". Pero quizás lo que más esperanza caló en el alma de los ciudadanos fue el espíritu que se desprendía del joven socialismo, y que una frase de Alfonso Guerra resumió con su habitual gracejo: "A España no la va a reconocer ni la madre que la parió". Pero, ¡ay! Tanto tiempo después y la seguimos reconociendo, Alfonso. Y no solo en lo mejor.

Por aquel entonces, el Partido Comunista de Euskadi y EIA habíamos convergido en Euskadiko Ezkerra, y nos presentábamos al Congreso con la candidatura encabezada por Juan Mari Bandrés, que obtuvo acta de diputado. 

Bandrés ha sido el responsable político que más he respetado. Ahora, a poco más un año de su fallecimiento, es imposible olvidar su hombría de bien, su generosidad y su insobornable honestidad. No hemos vuelto a tener un representante de su calidad humana ni de su talla política. 

Así que pasen 30 años es el título de una canción de Miguel Ríos, tomado a su vez de la obra de Federico García Lorca "Así que pasen cinco años". En una de las estrofas, el cantante granadino advierte de que "tendré que seguir aprendiendo a ser feliz". En eso seguimos 30 años después.


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