La primera, para “Tenemos que hablar de Kevin”. Una
película cuyo guión es una adaptación de la novela del mismo título de la
escritora norteamericana Lionel Shriver, quien también tiene traducida al
castellano otra obra de enorme interés: “El mundo después del cumpleaños”.
La novela relata las
dificultades y el tortuoso crecimiento de un hijo desde la óptica de su madre.
Es una historia inquietante que la película reproduce con acierto, consiguiendo
que desde el primer minuto quedemos atrapados por la desgarradora
interpretación de Tilda Swinton.
La segunda butaca,
para “Los Idus de marzo”. En el
calendario romano así se referían al día 15 de marzo. Fue en el año 44 a.C.
cuando precisamente en esa fecha era asesinado Julio César.
Pero el film “Los Idus de marzo” no es una película
histórica. Bien al contrario, ahora que en USA se están celebrando las primarias
republicanas, la cinta cobra actualidad porque narra precisamente un proceso similar
del Partido Demócrata.
George Clooney no es
que nos diga nada nuevo sobre la capacidad de corrupción de los políticos. Si
damos por buena –y yo al menos la di por buena hace muchos años- la famosa
frase de Lord Acton: “El poder corrompe y
el poder absoluto corrompe absolutamente”, es difícil dejarte impresionar
por esta clase de historias.
Pero es una buena
película no lo duden, con un buen guión, un ritmo y una tensión crecientes y,
sobre todo, unas interpretaciones soberbias desde el propio Clooney hasta Ryan
Gosling, pasando por Paul Giamatti o Philip Seymour Hoffman.
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