jueves, 12 de julio de 2012

Cuadernos de viajes


No me refiero a los libros de viajes, como los de Ryszard Kapuscinski o Javier Reverte –extraordinarios ambos-, hablo de Cuadernos de viajes, una disciplina menor que tiene la particularidad de que se puede abordar de formas diversas.

Por ejemplo, como hace mi amigo Bittor Aldabe. Empuña su Panasonic, el teclado de su ordenador para incluir algunos comentarios, y a la vuelta de su viaje te presenta un país que casi no necesitas ir a verlo. Tiene en su haber varios reportajes sobre Grecia, Cerdeña... Y uno fascinante sobre Noruega. El día que se decida a escribir, me tendrá el primero en la cola.

El Monte Urgull. Mikel Quintana
Juan Luis Mendizabal “Mendi”, el grandísimo pintor zarauztarra, realizó un soberbio cuaderno de viaje cuando hizo el Camino de Santiago, que luego editaría la Obra Social de Kutxa en forma de facsímil bajo el título “Apuntes de un peregrino”. Son comentarios y dibujos hechos con sus lápices de color. Tienen la frescura de lo inmediato, de lo captado en un instante y representado así, sin una elaboración posterior.

Algo parecido es lo que hace Mikel Quintana. Sus viajes y sus paseos los vuelca sobre unas acuarelas que a mí me parecen espléndidas. Quizás porque llevan algo de la mirada de su autor, de su forma de entender la vida, de una sensibilidad capaz de extraer belleza de lo cotidiano. Los que vivimos en San Sebastián reconocemos y nos reconocemos en sus imágenes de Urgull, del Palacio de Ayete, y en esa luz cantábrica que maquilla nuestro carácter.

Háganme caso, visiten el Blog de Mikel y disfruten con sus acuarelas. Además, podrán percibir que detrás hay un buen tipo.


3 comentarios:

  1. Me ha encantado el blog de Mikel, una auténtica delicia. Qué envidia!

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  2. Hola Javi,
    Mi blog no merece esos elogios que le dedicas, aunque por otra parte me llenan de satisfacción; todo hay que decirlo.
    Al fin y al cabo, los que nos dedicamos a esto de ir pintando lo que vemos, aparte de sentir el placer intrínseco en el hecho de pintar, también lo hacemos para que otros lo vean y disfruten. Así, aparte del más o menos escaso mérito de lo que hago, siempre me alegra el hecho de que le guste a otras personas.
    Para mí el pintar es una actividad de sentimientos encontrados; por un lado, el pudor de enseñar algo que está muy lejos, normalmente, de lo que pretendías hacer; por otro el exibicionismo innato de quien navega por estos mares de lo 'artístico', así con minúsculas. Nada de lo que hago tendría sentido, si no es para compartirlo con los demás.
    En fin, como ves, no me aclaro mucho; de lo que estoy seguro es de que me alegra que a otros guste lo que hago.
    Un abrazo, y muchas gracias por el enlace.

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  3. Gracias por descubrirme el blog de Mikel Quintana, me ha parecido maravilloso.

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