martes, 17 de julio de 2012

Un futuro exótico


Óleo de Angel Cabanas
Leo en la prensa, con cierto regocijo, los resultados de la encuesta elaborada por el Gobierno Vasco según la cual “tres de cada cuatro vascos dicen que no tendrán hijos”. Se supone que es por propia voluntad, no por culpa de espermatozoides vagos o por unas relaciones sexuales problemáticas. 

Y digo que me regocija, más aún cuando muchos se rasgarán las vestiduras, porque con una noticia así nos convertimos en un paraíso para los novelistas tipo Julio Verne, para los futurólogos, los sociólogos y los echadores de cartas del Tarot. Nuestra milenaria tierra va a tener que ser colonizada por la inmigración… ¿quién va a trabajar si no?

Y el horizonte se convierte en un imprevisto, en un interrogante absoluto. Nuestro futuro en pura ficción porque, ¿cómo serán los descendientes de nuestros hijos? ¿serán blancos, negros-negros como los de Arzallus o serán mestizos? ¿cómo habrán mutado su fisonomía? ¿mantendrán esa nariz prominente o serán de aspecto caucásico con un Rh vulgar y nariz de boxeador? ¿y su idioma, hablarán euskañol o euskoamárico? ¿serán seguidores de Cristo o de Kimbangu?

Increíble: venir de tan lejos como venimos para acabar engullidos por una desconocida marea. Hombre, todavía estamos a tiempo. Sobre todo si la razón de ese desistimiento a tener hijos es porque los vascos hemos pasado de follar poco –cosa que siempre se ha dicho, aunque sotto voce- a la abstinencia total. En ese caso, si yo estuviera en el pellejo de Urkullu o del obispo Munilla, haría un llamamiento urgente: ¡Vascos, a follar! (con perdón).



4 comentarios:

  1. Apoyo la moción... a ver si hay suerte.

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  2. Yo también me pongo en la cola, faltaba más.

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  3. En el Baracefano tenemos sementales que se ofrecen voluntarios para que la especie continue. ¡Faltaría mas!

    PD. En cuanto se habla de follar como aumentan las entradas, ja ja

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  4. ¡Cuánta generosidad!

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