viernes, 20 de julio de 2012

Limpieza en Francia


Esa noticia de que François Hollande ha puesto en marcha una comisión de 14 sabios, presidida por Lionel Jospin, para moralizar la vida política de su país. Entre otras cosas, van a elaborar reglas de deontología para los cargos públicos y estudiar el espinoso tema de la acumulación de cargos públicos.

El que Hollande quiera ejemplarizar el funcionamiento de la República es de agradecer sobre todo por una razón, por el posible contagio, ese efecto que se suele producir entre países colindantes. Si Hollande ha mirado de reojo lo que pasa en España, no es de extrañar que haya puesto medidas para evitar que las cosas lleguen a esos extremos en Francia.

Kurt von Hammerstein
Y yo espero que ese contagio se produzca en dirección opuesta, esto es, que el Gobierno de Rajoy –con la misma determinación que cumple las directrices europeas- se apreste a limpiar y moralizar la vida política española, acabando con esa asfixia de la partitocracia que la crisis está poniendo en evidencia. Es intolerable que teniendo la mitad de población, España tenga 300.000 cargos públicos más que Alemania, y el doble que Italia o Francia.

Eso sí, que a la hora de elegir a los miembros de la comisión tenga en cuenta al general alemán Hammerstein. Este decía, según la biografía que escribió Enzensberger sobre él, que la especie humana se divide en cuatro categorías: tontos, listos, vagos y trabajadores, y que la combinación más perniciosa es la del tonto-trabajador. Pues eso.

Y que vigile lo que hagan, no vaya a ser que para cuando nos demos cuenta sus puestos sean de carácter vitalicio y con derecho a pensión máxima.


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