martes, 29 de enero de 2013

Informar... y verificar la información


La función principal de un periodista es informar, cosa que requiere la cautela de contrastar la información, esto es, cerciorarse de que aquello que se va a contar es cierto. Luego está el oficio -su talento para escribir o comunicar-, y luego el criterio, que consiste en jerarquizar adecuadamente la noticia.

Pero todo se viene abajo si no se ha respetado la verdad. No importa si ha sido por voluntad o por negligencia, como le ha ocurrido a “El País” con la falsa fotografía de Chávez entubado.

Hoy, sobre todo hoy, la función de la prensa solo tiene sentido si es capaz de separarse del formidable volumen de pseudo información que circula por Internet. Por ello es necesario extremar la veracidad de las noticias y la fiabilidad de las fuentes. Que el principal diario español no haya tenido en cuenta este elemental criterio ha supuesto que haya incurrido en lo que él mismo califica como uno de los mayores errores de su historia.

Una agencia ofreció la foto a “El País” por 30.000€. Se negoció el precio, que quedó en 15.000€, pese a todas las dudas y suspicacias que se produjeron entre los directivos del periódico ante la escasa fiabilidad de la agencia, al mantener esta al autor de la foto en el anonimato. De hecho, "El Mundo" rechazó su publicación. Pese a ello, se ordenó insertar la foto en portada.

El resto es conocido: a poco de distribuirse el periódico se confirma que la foto es falsa (procede de un vídeo grabado en 2008 a un enfermo que no es Chávez). Se ordena abortar la distribución pero un pequeño porcentaje de periódicos llega a sus destinos, algunos de ellos en Sudamérica. El escándalo está montado y “El País” debe rehacer su tirada y redistribuirla, lo que supone un coste de 225.000€.

Este error, que ha supuesto un formidable descrédito para el diario, siembra dudas sobre la profesionalidad de sus responsables. Pero además crea un interrogante sobre su criterio informativo. No parece razonable pagar semejante importe por una imagen que, sin pie de foto ni crónica adjunta, sirve para muy poco, salvo para alimentar el morbo del lector. Y eso en el supuesto de que la foto no hubiera sido falsa.

1 comentario:

  1. El País ya no es lo que era, Javier, mucho antes de publicar esa foto que, me pregunto: ¿qué interés tiene, aparte del morbo?

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