A los hombres, digo. Hoy quiero utilizar este espacio para expresar
mi estupor ante un Decreto sorprendente. Resulta que el Ministerio de Empleo y
Seguridad Social ha actualizado las cantidades que se deben percibir en
concepto de indemnización por lesiones, mutilaciones y deformidades de carácter
definitivo y no invalidante.
El resultado es un desconocimiento absoluto
de la mentalidad masculina, de su capacidad uni-neuronal, de sus inquietudes y
de sus temores. Si usted sigue leyendo verá un par de ejemplos con los que no
tendrá más remedio que darme la razón.
Veamos. Por la pérdida anatómica o funcional
de un riñón se percibirán 4.260€, mientras que si lo que se pierde es un testículo,
la indemnización asciende a 2.840€. ¿Alguien que conozca a los hombres puede
creer que éstos valoren más un riñón que un testículo? ¡Vamos hombre!

Nuestra masculina idiosincrasia se resume en
un conocido chiste que mi amigo Juan Carlos Fano cuenta con su habitual gracejo.
Un hombre pide una cajetilla de tabaco en un estanco. Le dan una donde pone: “Fumar
produce impotencia”. Al leerlo, el hombre suelta la cajetilla como si fuera
radiactiva y le urge al dependiente: “Deme
una donde ponga eso de que fumar mata, ¡hombre!”. Pues eso.
Hoy has vuelto a arrancarme una sonrisa, Javier. Eskerrik asko!
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