viernes, 10 de febrero de 2012

Conjunción adversativa

12 Marzo 2007
Hay palabras terribles y palabras inocuas. La palabra "pero", aparentemente, es una de estas últimas. Repito, aparentemente. Se trata de una conjunción adversativa -primer aviso de lo que viene-, que une dos elementos, contraponiendo el segundo a la noción expuesta en el primero. En la práctica no es que contrapone, es que lo destroza. Eso sí, con suavidad. A veces es como un puñetazo gramatical, pero siempre con guante de seda.

Hasta tal punto es devastadora esta palabra, que a menudo hace innecesaria la segunda parte de la oración. Veamos si no. Te confiesa tu novia con gesto compungido: Ya sabes que yo te aprecio mucho, pero…No hace falta que siga. Ya sabes que tu tarea inmediata consiste en doblar bien la ropa, introducirla en la maleta con dignidad, comprar una botella de ginebra y buscar cobijo para la noche.

Otro ejemplo más. A punto de concluir tu periodo de prueba en una empresa, te dice tu jefe con cara de conejo: Estamos francamente contentos con el trabajo que has realizado, pero… Deténle, no dejes que continúe. Ahórrate la afrenta. Enciende un pitillo, échale el humo a la cara y vete con rapidez a la oficina de empleo.

Otro tanto se puede aplicar a las tertulias de atletismo. Cuando uno te esté contando que en el kilómetro 25 del maratón iba de cine, pero… No lo dudes. Levántate y cambia de mesa porque ya sabes cuál va a ser el final.

A mí mismo me ha ocurrido. Me había jurado correr esta carrera del Donostiarrak, me he metido picos sin cuento, he tenido mis tendones en palmitas desde hace tres meses, pero…

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