viernes, 10 de febrero de 2012

El precio

12 Febrero 2007
Decía Gabriel Aresti: "El día en que no haya dinero / los hombres / no se venderán". Se equivocaba. Sin dinero –según dicen los que entienden- lo que no hay es inflación. Pero las personas se venden igual, porque la clave no es el dinero sino el precio, aunque en muchos casos coincidan.

Todos tenemos un precio. Todos nos venderíamos de buen grado ante un precio tentador. Puede ser el dinero, porque es éste el intermediario que permite satisfacer otros deseos. Pero habrá también quien jamás se vendería por dinero… pero sí por poder, o por amor, o por la familia.

Y aquí también los atletas tendríamos rancho aparte. Sin ir más lejos, yo no tendría mayor inconveniente en venderme al diablo. Hombre, no lo haría por el precio estético de Dorian Gray, pero si me asegurara la desaparición de mis lesiones… me lo pensaría. Además, con esto del cambio climático, vete tú a saber si el infierno es el que era. A ver si al introducir el pie en la caldera no le pedimos a Pedro Botero que suba un poco la temperatura, que se ha quedado fría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario