viernes, 10 de febrero de 2012

El relativismo y el crono

17 Enero 2007
Si el relativismo es aplicable a alguna disciplina deportiva, ésta es el atletismo. Los factores que concurren en el rendimiento de un atleta -peso, altura, edad, tipo de fibra muscular, mentalidad, herencia genética...- son tan variados que hacen que la clasificación de una carrera tenga un valor más que relativo.

En el hipódromo, a los caballos les ponen un handicap en forma de plomo. A los boxeadores y a los de halterofilia les dividen según el peso. En el fútbol, para evaluar a un equipo, se tienen en cuenta la ciudad y el presupuesto. En el atletismo, no. Sólo existe un factor, el crono.

¿Es lógico medir por el mismo rasero a un joven etíope que a un veterano donostiarra? ¿Es igual ser espigado que obeso? ¿Da lo mismo ser profesional del atletismo que de la construcción? Pues sí. El pistoletazo, siendo tan distintos, a todos nos hace iguales. Mal comienzo.

Los sofistas ya anunciaban que el ser humano es la medida de todas las cosas. Lo que no decían era que, en sí misma, una persona también es la suma de unas medidas. Y una de las más importantes -sobre todo en el atletismo- es la de la cintura. Injustamente ignorada.

Nosotros podríamos someternos a un régimen, pero a los jueces federativos, ¿quién les mete en cintura?

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